En los últimos meses, he conocido a muchos líderes. Gente que ha hecho y sigue haciendo cosas relevantes en su empresa o sector.
Para mí, ha sido importante. En primer lugar, porque, aunque ya lo sabías, certificas que es gente de lo más normal. Gente que ha levantado televisiones, grandes productoras, proyectos innovadores y que… simplemente tenía ganas, pocos recursos y mucha, mucha inteligencia.
En segundo lugar, me he dado cuenta de cómo… a cada uno nos gustan unos líderes y no otros. No a todos mis compañeros les gustó alguien que a mí me encantó y, en cambio, a mi me dejó frío algún que otro profesor/invitado que… encadiló al resto de la clase.
Recuerdo las palabras de Porto, un profesor de la facultad, que decía que, para hacer lo que uno quiere, tiene que darse 25 años de carrera profesional. Si algo une a todos estos ‘líderes’ ha sido que, durante los últimos 25 años, nunca se han conformado, no han bajado los brazos.
La mayor lección que un tipo de 30 y pocos se puede llevar.