Lecturas: ‘Desnudando a Google’

Terminé hace unos días de leer Desnudando a Google. He estado algo ocupado y… no tuve tiempo de escribir una breve reseña. Lleva tiempo detrás del libro pero… aunque sabría que lo leería, pensaba que sería uno de estos libros que hablan de empresa pocos documentados, escrito al albor del interés que Google despierta y cuyos datos no son todo lo claros y concisos que deberían. Y, bueno, sí le echo en falta algo más de precisión a la hora de señalar de dónde se suelen sacar los datos pero el libro me ha gustado. Bastante.

Es el típico libro que, tras leerlo, te hace ver las cosas de otra manera. No es que no supiera lo que Google significa pero que alguien organice su tiempo para escribirlo, para señalar cuáles son sus intereses en el futuro próximo, es de mucho interés. Al menos, para mí.

Me llamó la atención en especial los capítulos en los que Alejandro Suárez, el autor, habla sobre la relación [generalmente polémica]entre Google y los medios, tanto en lo referido a la prensa como al caso de Telecinco. Ambos temas son tocados, con acierto, en el libro.

Google no es, para nada, inocente. Sus estrategias son muy agresivas y, en ese entorno, los medios lo tienen muy difícil. Están casi, a su merced.

He criticado mucho la postura de Telecinco respecto a Google y la adopción de nuevas plataformas para volcar sus contenidos pero ¿y si se estuviera defendiendo? ¿y si quiere participar más de lo que nos pensamos pero manteniendo su hueco? ¿Y si no es que no quiera llegar pero quiere saber llegar? Desde que lo leí, la estrategia de Telecinco me ha parecido menos suicida. Eso sí, es un pulso contra Google que, seguramente, acabará perdiendo.

Si queréis saber de que hablo, ¡a leerlo!

El mercado corre, Internet vuela

El asunto traerá cola. Y queda mucha tela que cortar. Hablo del conflicto entre medios y Google. En mi opinión, está claro: los medios tienen mucho que perder. La realizad es tozuda y harían mal en dejar de aprovechar las ventajas que el nuevo entorno trae consigo. Más que nada porque, si ellos no lo hacen, lo harán otros. Esto parece la historia de nunca acabar. Unos ven el tsunami y se preparan para ello; otros, lo intuyen y saben que algo pasa; otros, en cambio, siguen eligiendo bañador. Al tiempo.

Suena raro que una empresa implicada defienda el derecho a Internet, está claro. No seré yo el defensor a ultranza de Google. Pero, la idea sirve: hay mucho más en juego de lo que pueda parecer. Son los modelos de negocio, esos que Internet reventó en su momento. Ahora… sólo vivimos las consecuencias. Hay algunas buenas y otras malas. Pero, las ventajas que el nuevo entorno ofrece a los medios de comunicación y a los profesionales que lo habitan es inmenso. No sé por qué carajo no se aprovecha. O, bueno, sí  lo sé: da más rabia aún.

El tema de los snippets es lo de menos. Pequeñas anécdotas en un mundo cambiante. Me vuelvo a quedar con una frase de Rubén Gallardo: «El mercado corre, Internet vuela». Pues eso.

Naver, esa pequeña aldea coreana que resiste al Imperio de Google

Justamente ayer se cumplieron trece años del nacimiento de Google, motor de búsqueda que ha revolucionado nuestra forma de vivir. Pero, cuando parece que Google ha conquistado el mundo entero… voy yo y no pretendo hablar de él sino de Naver, su gran competidor local en Corea del Sur.

De hecho, no parece haber ninguna competición que valga: tal como indica la Wikipedia en su versión inglesa, Naver posee el 70 por ciento del mercado coreano, por tan sólo el 2 por ciento de Google.

La situación me recuerda habitualmente a las aventuras de Astérix y Obélix. Quizá debería haber empezado escribiendo algo así:

Estamos en el año 2011 después de Jesucristo. Toda la Aldea Global está ocupada por los algoritmos de Google… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles coreanos resiste todavía y siempre al invasor…

Bromas a un lado, existen varios factores que explican, o pueden explicar, el porqué de que Naver es líder de mercado en Corea del Sur. No es que sea muy científico, pero puede valer para hacerse una idea:

  1. Google no tiene suficientes elementos de arrastre en idioma coreano para satisfacer a los usuarios coreanos. Naver, al ser un producto completamente nacional, es mucho más eficaz: sus algoritmos dominan las búsquedas en caracteres coreanos mucho mejor que los de Google. Esto también ayudaría a entender lo que sucede en países como Rusia o China —en este último ahora no, Google no presta servicios—, donde Google encuentra muchas dificultades y no es líder en el sector. Así, a bote pronto, tengo dudas sobre la situación en Japón. Si tengo tiempo, investigaré sobre el asunto.
  2. El patriotismo de los coreanos es tal que generalmente apoyan a las marcas locales. Puede parecer estúpido, pero Corea del Sur ha sufrido una larga historia de guerras e invasiones y, en mi opinión, esto ha hecho que sean sumamente conscientes de la importancia del concepto país. No es algo que se pueda apreciar a simple vista, pero si uno es medianamente perspicaz, lo descubre de forma rápida. Por ejemplo, Samsung y LG, empresas originarias del país, poseen un fuerte bastión entre los suyos. Hasta aquí, esto suele suceder en el resto de país pero creo que esto es algo más acentuado en el caso de Corea del Sur, ¿por qué? Vamos al tercer punto para explicarlo mejor.
  3. Recuerdo que al estudiar economía, todos los profesores nos decían que los factores de producción eran: tierra, trabajo y capital. Pero, ¿lo decían todos los profesores? No, todos no; había uno —me reservo el nombre, seguro que no le gusta que lo utilice, aunque sea para alabarle— que incluía otro factor más y, de nuevo, si estabas lo suficientemente listo, te dabas cuenta del porqué de su insistencia: el cuarto factor competitivo, en el siglo XXI, es la tecnología. Creo que los coreanos esto lo saben muy bien: son especialmente proteccionistas en el ámbito tecnológico. Saben de su valor presente y futuro y la intentan cuidar, protegiéndola. Esto no quiere decir que no compren Iphones porque son de Apple y no de Samsung, pero lo que sí que es verdad es que cualquier producto o innovación por parte de sus empresas es apreciada por sus compatriotas.

Supongo que es una cuestión más de toma de conciencia y fomento de la innovación tecnológica de forma colectiva, dentro de una idea de nación, que de proteccionismo comercial. El otro día leí que la Economía Política no es más que lo que está detrás de lo aparente. Me gustó y hoy tan solo intenté explicar justo lo que está detrás de Naver de forma liviana y algo precipitada.