Nuevos roles: Transmedia Analyst

He estado leyendo con interés el nuevo paper de la consultora Divisadero. He tenido oportunidad de conocer a gente que trabaja allí, así como referencias de responsables de empresa que trabajan con ellos de forma externa, y las impresiones siempre han sido positivas. Además, he escuchado varias veces a Sergio Maldonado y me gusta lo que dice.

Son cerca de 60 páginas de informe. Muchos de sus apartados son excelentes y bastante oportunos. Pero, con este post, sólo quería hacer referencia a una pequeña anécdota —ya comentaré otros aspectos en otros posts, más adelante.

Hablando de los nuevos roles del analista digital, entre otros, destacan el papel del Transmedia Analyst. Me ha chocado el hecho de verlo, lo reconozco. Pero le estoy dando vueltas y tiene mucha razón.

En el ámbito de la televisión, no sé si se debería llamar transmedia, digital o #comoquieranlosgurúsquesea; pero lo que sí sé es que se están produciendo muchos cambios, y muy rápidos, en el mundo que rodea al televisor que no pueden ser obviados por los que toman decisiones —no como antes. La figura de un sherpa, de alguien que vaya por delante analizando el entorno, los cambios, las oportunidades y los peligros, es vital.

En Divisadero lo definen así, aunque yo no lo limitaría sólo al marketing pues tiene mayor profundidad:

Perfil desconocido ya que no todas las empresas han apostado por el marketing transmedia, pero no por eso menos importante. Es el encargado de analizar las campañas que se realizan en múltiples plataformas y que contienen un hilo conductor que permite que el usuario navegue de un sitio a otro a través de las características del medio/soporte empleado

Aquí las principales tareas y habilidades de una figura profesional como ésta:

Principales tareas

  • Monitorizar el desarrollo de las acciones multiplataforma convergentes al eje principal (serie, programa, película…).
  • Ofrecer datos cuantitativos de valor para la franquicia.
  • Interpretar datos cualitativos para mejorar los procesos.
  • Medir el impacto de las campañas desarrolladas en medios sociales.
  • Monitorizar e interpretar a audiencia/share social. Analizar el sentiment.
  • Calificar el impacto global sobre la marca de cada producto/ acción/iniciativa.

Habilidades

  • Conocimiento de métricas e indicadores clave relacionadas con la medición de audiencias.
  • Estar al día de las nuevas tendencias relacionadas con la televisión social, social media, video on Demand, storytelling.

#Angrybirds

Va uno caminando por un centro comercial de Madrid y se encuentra esto. Desconozco si ya lleva tiempo abierto o hay más tiendas como ésta, pero uno piensa… qué lejos llegó la broma aquella. Supongo que ni sus creadores pudieron llegar a pensar en lo que la franquicia de los pájaros enfadados significa hoy en día. Y, además, es una muestra más de cómo los negocios del mundo del entretenimiento y la información hibridan hasta convertirse en cafeterías o tiendas de sudaderas.

Tienda Angry Birds en Madrid

 

#iredes, mi modesta opinión sobre (algo de) lo tratado

Como ya dije por ahí, poder asistir a #iredes ha sido bastante grato. Hasta el último momento —el pasado domingo—, no pude saber si podría acudir o no y… vuelvo contento a Madrid. No quiere decir que todo fuera perfecto, hay cosas que se podrían mejorar —alguna ponencia mejor dirigida, algún ponente con más continente que contenido, ese maldito WiFi, etc.—, pero la nota final, no cabe duda, es de sobresaliente.

Internet está introduciendo cambios radicales en la manera de comunicar de las personas y de las organizaciones. Ha variado los anteriores esquema lineales y, en su lugar, ha establecido redes complejas en las que tú y yo, seres heterogéneos que “no pueden ser controlados”, interaccionamos –“conversamos”—. Las redes sociales están en el centro de todo ello. Pero, ¿es una moda? Yo creo que no. Quizás cierta burbuja, como la de los mismos idiotas que antes se dedicaban al ladrillo y ahora abren cuentas de Twitter pensando que seguirán ganando dinero fácil. Pero no, no es una moda: han venido para quedarse y hay que tenerlas muy en cuenta. A mí, personalmente, me interesaban, por encima de otras, dos ponencias: ‘De la tele al tuit’ y ‘Rentabilidad y monitorización de las redes sociales’. Soy bastante pragmático y, debo reconocer, iba a eso. Pero, por el camino, claro está, me he encontrado alguna grata sorpresa.

Vayamos por partes para poder dar una mejor visión de mis impresiones.

De la ponencia sobre ‘Las redes sociales y los medios de comunicación’ me quedo con las palabras de dos ponentes —sin menospreciar al resto—: Eduardo Arriagada y Carina Novarese.

Del primero, procedente de Chile, me llamó la atención, por verdadero, que dijera que “la participación es la nueva forma de entretenimiento: la gente participa porque le divierte hacerlo” y “a la gente hay que decirle cómo somos, pues, si no, no se entrega de forma completa”. Cuando digo que son verdades es porque… las vivo cada día. Por un lado, en mi sector, el de la televisión, veo un potencial enorme en esa participación de la gente y, como yo, otra mucha gente lo está viendo (algunos ejemplos, sin ánimo de ser exclusivista están aquí, aquí, aquí, aquí o aquí). Por el otro, en cuanto a la segunda frase, veo a mucha gente que por miedo o por vergüenza, por baja autoestima o por un estúpido sentido del ridículo, no se muestra o, lo que es peor, no se pone en valor: y esto va desde no valor su propio trabajo profesional hasta el hecho de rellenar la bio de Twitter. Cosas que, aunque puedo llegar a comprender, no justifico y mucho menos comparto. Ampliando otra de sus frases podría decir que si uno no está* en las redes sociales —*con todo lo que ello conlleva— y se dedica al sector de la televisión, no tiene ni idea.

En cuanto a las palabras de Carina Novarese, me quedo con su llamada a la sensatez. Según la periodista uruguaya, en el uso de las redes sociales debe primar el sentido común. En lo referido al uso empresarial, marcó una serie de pautas que me parecen interesantes:

—    Objetivos claros y sencillos

—    Todos debemos estar atentos a la conversación.

—    Actitud de constante beta.

De la ponencia ‘De la tele al tuit’ se pueden extraer consejos bastante valiosos para, sobre todo, no meter la pata. El tema fue sacado por el moderador, Carlos Salas, y se pueden resumir en más de lo mismo: sentido común y, sobre todo, “si bebes, no twitees”.

La charla me pareció especialmente interesante por las aportaciones de María Maícas , quien dijo, al contrario que otros ponentes, que la televisión está ganando audiencia gracias a las redes sociales. A mí entender, no descubrió América, es algo bastante obvio que el efecto segunda pantalla ya es algo normal, pero no lo pareció según el pensamiento de otros. Su intervención me alegró de forma especial, porque demuestra que en RTVE.es, ente público, no es que se estén haciendo las cosas bien —lo sé de buena tinta— sino que en aspectos como éste su papel está siendo notorio en el panorama español.

Además, el siempre incombustible Trecet –“si no es por las redes sociales, ya estaría jubilado”— habló de lo que ya comenté en otro post: la inoperancia de muchos gestores. Según el periodista de Marca, en estos momentos existen tres tipos de gestores: los aurigas, los que declaran que están a favor del cambio pero se dedican a proteger lo analógico —“están en puestos de poder, dicen que lo cambiarán todo y no cambian nada”—; personas que dicen las verdades en círculos reducidos sobre el cambio que se está produciendo, que se ponen a ello y que,  tarde o temprano, salen de esas organizaciones; y personas en organizaciones con poder “con experiencias en el móvil desde hace poco”.

En esta charla, también se trataron los casos de Salvados y La Noria, algo que me alegró especialmente puesto que ya los tenía preparados para las clases en el curso de experto en Gabinetes de Comunicación.

En cuanto a la charla sobre “Rentabilidad y monitorización de las redes sociales”, me quedo con las posibilidades de medición de todas esas conversaciones sobre televisión que se generan en las redes sociales. La charla estuvo bien moderada por Adrián Segovia, que se mostró bastante crítico y disconforme con el uso restrictivo de las redes sociales como herramienta de promoción de marca y que intentó hacer ver que se necesita cierta rentabilidad económica en el Social Media. En ese punto, estoy totalmente de acuerdo. Tal y como tuve oportunidad de explicarle luego, se necesita de una visión estratégica que vaya más allá: yo no veo el nuevo sistema como «sustituto» del
 modelo tradicional sino que, más bien, sigo creyendo en la
»centralidad» del televisor como ariete que abre puertas y en las cadenas como marcas de contenido.

No obstante, la integración del
 entorno digital, del buzz que generan los programas de televisión
—desde informativos a entretenimiento, pasando por deportes— en redes 
sociales y plataformas on, me parece interesantísima. Ya no en cuanto
 al desarrollo de sistemas de medición per se —que también y ya se está trabajando en ello–, sino a la 
cantidad de información que aporta a la hora de tomar decisiones de valor a cadenas y productoras a la hora de afrontar proyectos televisivos. Ahí hay mucho trabajo por hacer y, francamente, el nivel de los gestores de la televisión deja mucho que desear.

La medición de audiencias, con posibles modificaciones, seguirá
 vigente —lo tengo claro— pero sí que hay que integrar todas esas
 conversaciones que lo rodean. Ese es mi objetivo. Sé que ya se pueden
 medir, pero lo quiero hacer es que se mida de forma eficiente —en costes,
 pero también en inmediatez de respuesta– y que ofrezca un retorno, tanto económico como de posibilidad de decisión y de marca. En la charla se trató el 
tema marca, que es bueno y obvio, pero quiero saber más sobre el
 primero, teniendo en cuenta desde un primer momento de que esos
 retornos económicos van a ser menores que con anterioridad. En mi
 opinión, todo esto no está explotado de la forma que debería y… yo 
quiero estar ahí.

¿Sabes qué es el Hallyu?

La Ola Coreana —conocida como Hallyu (Hangul: 한류)— hace referencia a la creciente expansión y popularidad de la cultura de Corea del Sur por todo el mundo, gracias en parte a la generación net[1]. Como Junhao Hong señala, la ola oreana tuvo su punto de partida en el éxito del drama televisivo What Is Love All About? (MBC, 1992). Dicho drama fue emitido por la televisión nacional china –CCTV— en 1997 y, contra todo pronostico, resultó ser un gran e inesperado éxito (Hong, 2010: 324). No está de más decir que What is Love All About? Fue el primer drama coreano que se emitía en la televisión china. Hong Qingbo, editor de la revista Dangdai, recuerda cómo fue el recibimiento a la serie por parte de la audiencia china en 1997:

“The Korean TV series What is Love had been a huge success in China. The Chinese audience had mostly watched TV soaps from Europe, America, Hong Kong, and Taiwan. After What is Love, the Chinese audience fell for Korean dramas as if they had discovered a whole new world. In 1998, Chinese teenagers colored their hair after the Korean idol grupo H.O.T. In 1999, a shopping center selling Korean products opened in downtown Beijing. By 2003, Hyunday Motor Beijing was turning out cars and soon becoming as big as American and European brands in China”.

“Tenth Year of Hallyu”, Hankyoreh, 26 de Noviembre, 2007

Sin embargo, el término Hallyu no fue acuñado hasta 1999, cuando varios periodistas chinos, sorprendidos por el rápido auge de los productos culturales surcoreanos en su país, comenzaron a denominar de ese modo a la exitosa exportación de películas, dramas televisivos y música proveniente de Corea del Sur. Entre ellos, destaca A Wish Upon a Star (MBS, 1997) que, tras ser emitido en Hong Kong, convirtió en auténticas estrellas mediáticas a sus actores y, a la postre, permitió la entrada de grupos musicales coreanos en los mercados chinos, hongkoneses y taiwaneses.

Dicha exportación exitosa no se limitó a los mercados chinoparlantes sino que también comenzó a tener auge en otros grandes mercados asiáticos. Pero eso lo dejaré para otro día…


[1] Siguiendo a Ferreiro (Ferreiro, 2006), se entiende por generación net a aquella nacida bajo los albores de la revolución digital y que se caracteriza, entre otros aspectos, por el uso desmedido de la tecnología en un mundo cada vez más globalizado, poseyendo una asombrosa capacidad de adaptación en toda actividad que implica el empleo de las TICs y, en particular, del ordenador e Internet.

Cuplé a las series de televisión – Chirigota del Love, Carnaval de Cádiz 2012

Huele a Carnaval de Cádiz. Y ese olor me encanta. Lo he vivido desde pequeño. Además, las chirigotas del Love, que lleva más de treinta años en el Carnaval de Cádiz, son de esas que uno no debe perderse…

Resulta que este año salen con ‘Los Puretas del Caribe’ y le dedican un cuplé a las series de televisión. Son unos cachondos: la chirigota va de los tios cuarentones que uno se suele encontrar a altas horas de la noche en las discotecas; uno de esos que, entre tanto joven, suelen desentonar. Además, casualidades de la vida, el segundo cuplé es en coreano, para que luego digan que en Cádiz no son internacionales… El vídeo está lleno de guiños al Carnaval, a la política y, en general, a los últimos ‘sucesos’ que se han dado en España. Siempre bañado con esa gracia tan andaluza, tan del Sur.

Recomiendo ver la chirigota completa, de 25 minutos, para que se entienda todo. Te sacará, al menos, un par de sonrisas.

Lo dicho, unos cracks.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=6Y7hhd1Ws3g[/youtube]

K-Pop y K-Drama, un éxito latente en España

Estoy preparando un artículo sobre la Ola Coreana, la expansión de la cultura de ese país durante los últimos años. Cuando más analizo su progresión, más me doy cuenta de que tenga éxito en España es cuestión de tiempo, de que una chispa encienda la mecha. Hay un público latente impresionante, tanto en España como en otros países hispanohablantes. Además, es 100 por cien un producto transmediático, que mezcla la industria de la televisión y de la música como ningún otro. Curioso producto cultural este, que ha multiplicado el turismo de su país en pocos años. Como digo, atentos al ‘Hallyu’.

Las nuevas formas de consumo televisivo

Gracias a un nuevo blog sobre cómo se consumirá televisión en el futuro, os puedo colgar este vídeo. Muy interesante e ilustrativo. En eso ‘estamos’ trabajando hoy día. Suerte a Juan Cohen y Raquel Arilla, que según leo son los dos estudiantes que llevan el blog, con su proyecto 😉

[vimeo]http://vimeo.com/21386019[/vimeo]

 

Entrevista: Javier Naharro, de Play Television

Javier Naharro, director de proyectos de Play Television, tuvo la amabilidad de responder a las preguntas sobre televisión, ficción televisiva y transmedia que le hice. Es una entrevista de la que me siento especialmente satisfecho: son pionero en lo que hacen y lo que hacen es parte del futuro. Además, debo agradecer la ayuda a Gonzalo Martín y Eduardo Prádanos, que hicieron que todo fuera más fácil, ¡gracias por vuestra comprensión!

[vimeo]http://www.vimeo.com/26462528[/vimeo]

La última de CONTD: transmedia

El último de los post sobre las conclusiones que saco de CONTD está dedicado al fenómeno transmedia. En eso, principalmente, derivó la charla en la que participaron Javier Naharro, de Play TV; Alberto López, de Riot Cinema; Fernando Carrión, de Black Maria; Rafael Navarro, de Beniwood Producciones; y Robert Figueras, de Filmutea.

  • El transmedia es un proceso que existe, estemos o no estemos preparados para entenderlo. Esto significa cambios de paradigmas en la forma de hacer, de participar y de valorar las historias.
  • La convergencia mediática es mucho más que un mero cambio tecnológico.
  • ¿Objetivo de Play TV? Proponer experiencias para construir mundos en torno a marcas audiovisuales. Trabaja sobre todo en intentar fabricar iniciativas transmedia que aumentaran la experiencia en el estreno de la serie de ficción.
  • Según Javier Naharro, la televisión es el centro del universo transmediático. Estoy totalmente de acuerdo. Según el experto, todas las televisiones estarán preparadas para canabalizar las ventanas que puedan surgir. Se volverá a unificar como eje pivotante, común y familiar, para el consumo audiovisual.
  • El telespectador ha conseguido poder consumir contenidos audiovisuales bajo demanda – Si quiere ver algo, puede verlo cuando quiera consumirlo, de forma legal o ilegal. Esto es lo que ha provocado la crisis en el sector audiovisual, más que cualquier otro factor.