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Fútbol, Sogecable, MediaPro, piratas y corsarios

Ayer Digital+ anunció que la Champions vuelve a su oferta televisiva al hacerse con los derechos en exclusiva de todos los partidos —excepto uno, en abierto de forma obligatoria— a partir de 2012 y, también hace pocos días, aunque ha pasado un poco desapercibido, MediaPro anunció que en pocos meses podría dejar de estar en concurso de acreedores, algo que según Prisa todavía está por ver.

Las tres noticias no son más que la constancia de lo importante que son los contenidos deportivos en televisión y lo mucho que se juegan ambas compañías en la ‘Guerra del fútbol’. Tenéis ejemplos de lo que digo aquí, con una reflexión sobre lo beneficioso que es para ambos algo desfasada en cuanto a datos; aquí y aquí, con datos que muestran los programas deportivos más vistos del año en primer lugar —fijaos en las cuotas de audiencia—  y en relación con otros tipos de géneros en segundo lugar. Creo que voy a dedicar unos cuantos posts al asunto y espero que éste sirva como introductorio.

Sogecable se vio amenazado con el ‘fútbol gratis’ de MediaPro y ahora MediaPro siente su futuro modelo de negocio del ‘todo a un euro’ retado con la última maniobra de Sogecable. Conozco bien los hechos pues uno de los abogados de Sogecable, Javier Carrillo, fue mi profesor durante los momentos más álgidos del enfrentamiento y, aunque no soltara prenda, si uno estaba listo sabía por dónde iban los cañonazos.

Usando una terminología algo heterodoxa, lo de Sogecable y MediaPro, como digo, se trata de una lucha de piratas contra corsarios aplicada al ámbito empresarial. Y esto siempre es así: un corsario es aquel que se identifica con la simple operación de obtener una autorización legal: un documento llamado patente de corso, otorgado por un estado, que autoriza a un particular o particulares a atacar barcos y puertos enemigos, usualmente compartiendo el botín. Un corsario es aquel que lleva a cabo una operación de forma legal. Los piratas, en cambio, son aquellos marinos que atacan sin autorización legal no sólo barcos, sino también ciudades costeras. La lógica económica y empresarial señala que todo pirata quiere derribar al corsario de turno para ocupar su lugar. En definitiva, todo pirata quiere ser corsario y todo corsario se defiende de los ataques piratas. Así es como se dirimen las luchas empresariales en cualquier ámbito.

Pues bien, Sogecable y MediaPro, sus respectivos grupos, luchan en una guerra donde, hasta hace bien poco, Sogecable era el corsario y MediaPro, el pirata. Sogecable, antes de ser corsario, fue pirata. MediaPro, ahora pirata, acabará siendo corsario —sino lo es ya—. Repito: no hay buenos o malos, mejores o peores, sino simplemente corsarios y piratas.

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