Acabo de terminar la lectura de ‘Industrias Creativas: amenazas sobre la cultura digital’, que aborda de forma crítica la cuestión de la economía creativa. En él, escriben autores destacadísimos a nivel europeo. Por decirlo de algún modo, se encuentran artículos de lo mejor de cada casa de la escuela crítica de las industrias culturales: Enrique Bustamante, Philipee Bouquillion, Nicholas Garhnam, Bernarde Miége, Pierre Moeglin, Giuseppe Richeri, Philip Schlesinger, Gaëtan Tremblay —canadiense— y Ramón Zallo ofrecen su opinión en el libro.
Se trata de un libro, como digo, que ofrece un examen crítico de la economía creativa tan de moda actual frente al mundo de las industrias culturales. Dicha creatividad, en el centro de las políticas actuales de casi todos los gobiernos, se convierte en un concepto poco inocente que ocupa también el lugar que históricamente le ocupaba a la Cultura.
Personalmente, el libro me ha gustado, aunque no es ‘entretenido’ sino riguroso. Siempre digo que la próxima burbuja es la de los emprendedores, algo muy serio que desde gobiernos, consultoras y charlatanes se vende como la pócima mágica a explotar si se quiere ser alguien en esta ‘Nueva Economía’. Sin tratar implícitamente de esto último, creo el libro ofrece algunas explicaciones que pueden servir para hacerse una idea de lo que está sucediendo.