La integración IV

Tal como afirma Gonzalo Martín[1], en un nuevo paso en la mutación del sistema audiovisual y a pesar de que “los contenidos de más interés se siguen creando en el entorno convencional y son esos los que permiten construirles su valor de marca”, los grandes grupos también buscan adaptarse a la convergencia digital poniendo la televisión de pago en la Red. Los creadores de contenidos, que antes buscaron la unión con los sistemas televisivos más tradicionales para sobrevivir, intentan hacer lo mismo —en una nueva vuelta de tuerca en lo que se refiere a concentración, convergencia e integración— con los servicios de vídeo en línea.

En este sentido, el caso de Hulu.com es paradigmático. Fundada en 2007, se trataba inicialmente de una joint venture de NBC Universal y News Corporation para desarrollar en Internet una televisión de libre acceso financiada por medio de publicidad que, en tan solo en dos años, ha conseguido que al proyecto se uniera Disney, como otro de los grandes grupos que ofrece su respaldo a la iniciativa, y Providence Equity Partners, cuya aportación de capital riesgo, además de indicar por sí misma cierta viabilidad del modelo de negocio pretendido, ha ayudado financieramente a consolidar la estrategia y a acelerar los tiempos.

En octubre de 2010, la propiedad de Hulu se reparte de la siguiente forma: NBC Universal posee un 32 por ciento del capital; Fox Entertainment Group, propiedad de News Corporation, posee un 31 por ciento; ABC, propiedad de Disney, posee un 27 por ciento; y Providence Equity Partners, a cambio de la aportación de 100 millones de dólares estadounidenses, es propietaria del 10 por ciento de la empresa.

De esta manera, en lo que respecta al panorama audiovisual estadounidense —pues por ahora Hulu sólo está dirigido a usuarios de ese país—, de las tradicionales grandes cadenas televisivas, tan sólo CBS queda fuera del proyecto que, por otro lado, comienza a dar sus primeros beneficios y a innovar con nuevas fórmulas de suscripción y visualización que incluyen el pago y la posibilidad de usar el servicio en el televisor tradicional respectivamente.

El servicio ofrece, en modalidad streaming, además de los programas de las grandes cadenas propietarias, multitud de emisiones realizadas por una infinidad de canales estadounidenses, generalistas y temáticos, que obtienen un alto porcentaje de los ingresos de la publicidad generada. De esta forma, los socios de Hulu “participan en todos los negocios posibles, en los tradicionales y en su canibalización por sí mismos”[2]. Además, desde sus inicios ha contado con grandes acuerdos de distribución con las principales compañías de la red como Microsoft, AOL, MySpace, Yahoo y Comcast; y al frente del proyecto se situó a Jason Kilar, joven ejecutivo que antes había trabajado en Amazon, con una gran experiencia en entornos Web.

Para hacerse una idea del grado de concentración y convergencia que el proyecto ha supuesto, en su primer año Hulu ya contaba con acuerdos de distribución con más de treinta grandes compañías a parte de las anteriormente mencionadas aunque, bien es verdad, también ha sufrido varios traspiés como la cancelación de su colaboración con Boxee, firma de software que hubiese posibilitado la visualización de sus contenidos en pantallas más grandes, o el aplazamiento de sus planes de internacionalización a Reino Unido e Irlanda, por no encontrar apoyo suficiente en los distribuidores.

La integración III

En 2007, Time Warner controlaba el 50 por ciento de The CW y un 25 por ciento de The CW4Kids; Walt Disney dirigía ABC; News Corporation operaba bajo las marcas Fox, My Network TV y Star; Vivendi gestionaba NBC, Telemundo y Canal+; Bertelsmann actuaba a través de los múltiples canales del grupo RTL; y Viacom, de forma indirecta, tenía capacidad de decisión sobre CBS y el restante 50 por ciento de The CW. Sin embargo, el hecho de que la mayoría de esos grandes grupos haya optado por la integración vertical con los sistemas televisivos y ésta sea una baza importante a su favor no obliga a que sea imprescindible. El caso de Sony, que no posee cadenas nacionales en ninguno de los países en los que opera, y de los grandes operadores de cable, salvo la excepción de Time Warner y Comcast, lo testifican.

Canales de cable y satélite controlados por los grandes grupos

Cable

Satélite

Time Warner Time Warner Cable; HBO (HBO Family, HBO Asia, HBO Olé, HBO Brasil, HBO Czech, HBO Hungary, HBO India, HBO Poland, HBO Romania), CNN (CNN en español, CNN+, CNN Turk), HLN, Turner Classic Movies, Court TV, Cartoon Network, Cinemax, TBS, TNT, Carton Network, Boomerang
Walt Disney 80% ESPN (ESPN, ESPN2, ESPN Classic, ESPN News, ESPN Deportes, ESPNU); Disney Channel, Playhouse Disney, Disney XD/Toon Disney, Disney Cinemagic, 99,9% Jetix Europe, Hungama; ABC Family; SOAPnet; 42,1% A&E/Lifetime (A&E, Lifetime Television, The History Channel, Lifetime Movie Network, The Biography Channel, History International, Lifetime Real Women)
News Corporation Fox News Channel, Fox Business Network, Fox Cable Networks (FX, Fox Movie Channel, Fox Regional Sports Network, Fox Soccer Channel, SPEED, Fuel TV, FSN, Fox Reality Channel, Fox College Sports), Fox International Channels, 49% Big Ten Network, 52% National Geographic Channel International, 67% National Geographic Channel Domestic, 52% National Geographic Channel Latin America, 52% National Geographic Channel Latin Europe, 50% Premier Media Group, 55% LAPTV, 13% Telecine, 51% Fox Telecolombia Sky Italia (Sky Sport, Sky Cinema, Sky Calcio, Sky TG24), 38% British Sky Broadcasting (Artsworld, Sky News, Sky Sports, Sky Travel, Sky One, Sky Movies), 38% Sky Deustchland, 20% TATA Sky, 22% KRIV Houston, TX Hathway Cable and Datacom, 25% FOXTEL, 44% Sky Network Television Limited
Vivendi 20% NBC Universala: (USA Network, Bravo, CNBC, the SciFi Channel, MSNBC, Oxygen, UniHD, Chiller, Sleuth, mun2 y otros canales en Europa, Asia y América latina Grupo Canal+ (Canal+ Cinéma, Canal+ Sport, Canal+ Family and Canal+ Décalé, ATP Star), Cyfra+ (Canal+, Canal+ Film, Canal+ Film HD, Canal+ Sport, Canal+ Sport 2 and Canal+ Sport HD, Ale Kino, ZigZap, Miniminil, Planète and Kuchnia TV), Canal OverSeas (Canal+ Horizons, Canal+ Essentiels)
Bertelsmann
Viacom MTV Networks (MTV, MTV Digital, MTV2, mtvU, MTV Tr3s, VH1, VH1 Classic, CMT, Logo, Nickelodeon, Nick at Nite, Noggin, The N, Nicktoons, Neopets , COMEDY CENTRAL, Spike TV y TV Land), Bet Networks (BETJ , BET Gospel y BET Hip Hop) Showtime Networks (SHOWTIME, THE MOVIE CHANNEL, FLIX, SHOWTIME 2, SHOWTIME SHOWCASE, SHOWTIME EXTREME, SHOWTIME BEYOND, SHOWTIME NEXT, SHOWTIME WOMEN, SHOWTIME FAMILY ZONE,THE MOVIE CHANNEL XTRA) y CBS College Sports Network

Fuente: Elaboración propia

En este último sector, sólo Time Warner, uno de los seis grandes grupos que se dedican a la producción cinematográfica o televisiva, controlaba la programación de una de las cadenas nacionales y algún operador de cable en 2000. A finales de 2009, Comcast se hizo con el 51 por ciento de NBC Universal, uniéndose al reducido número de empresas y aumentando los porcentajes de concentración entre dueños de contenidos y operadores de cable. Para poder competir los operadores necesitan de programas, en posesión de los programadores de señales, y éstos de suscriptores, en manos de los operadores. Por tanto, la necesidad es mutua y la concentración y la integración vertical se hace apetecible.

En este sentido, las cifras de los primeros años de siglo XXI indican que las relaciones entre cable, satélite y programación de señales se siguen dando en términos de integración. Entre cinco de los siete grandes operadores de cable poseían intereses de propiedad en un total de 77 compañías de programación de señales a nivel nacional en 2005: Timer Warner tenía intereses de propiedad en 31 red de programación; Cox, en 17 redes; Bright House Networks, en 14 redes; Comcast, en 11; y Cablevisión, a través de su afiliada Rainbow Media, en 4 redes (FCC, 2006, 74). Además, ese mismo año, 107 de un total de 531, se encontraban controladas por una operadora de televisión de pago por satélite —DirecTV, EchoStar o Dominion— o eran propiedad de una cadena nacional de televisión —ABC, CBS, Fox, NBC o Univision—. Por ejemplo, News Corporation, con propiedad en DirecTV y en Fox, poseía intereses de propiedad en 19 señales no intervenidas por una operadora de cable; Viacom, compañía hermana de CBS y UPN, tenía intereses de propiedad en 40 señales, incluyendo una Joint venture con NBC Universal; ABC tenía intereses de propiedad en 22 señales; NBC Universal, a través de General Electric, poseía intereses en 21 señales, incluyendo seis señales con Disney/Hearst y una con Viacom. Por último, Liberty Media, bajo los dominios de News Corporation, poseía intereses en 34 señales de ámbito nacional, incluyendo 15 en copropiedad con otros operadores de cable (Ídem, 2006: 74-75).


a En 2009, Vivendi vendió su 20% de participación en NBC Universal.

La integración II

Las razones por las que se llevan a cabo pueden ser ofensivas o defensivas. Las primeras responden a la iniciativa de la empresa y pretenden aprovechar una nueva línea de negocio y las segundas suelen dar respuesta a la acción de un competidor o competidores o una posición de privilegio (Badarjí y Gómez Amigo, 2004: 252). Así, la decisión de tomar una estrategia u otra, depende de cada momento: de la situación financiera, de la competencia o del poder de mercado o licencias conseguidas (Bustamante, 1999: 90).

Desde el auge de la televisión, especialmente en Estados Unidos, esto es lo que ha sucedido. Lo ocurrido desde los años setenta, por tanto, no es otra cosa que la consecuencia de los diferentes movimientos empresariales desde décadas. Ya en los años cincuenta la relación de amor y odio entre estudios cinematográficos y cadenas de televisión era una constante. En un primer momento, quizá por miedo, se produjo el boicoteo de los grandes estudios a la industria televisiva: desde la prohibición a los actores de trabajar en programas de televisión hasta los intentos de que no se vendieran derechos de emisión de películas a las televisiones. En 1955, convirtiendo en vanos dichos esfuerzos, Warner Bros. acordó la producción de una serie semanal —Warner Bros presents— para ABC. El resto de grandes estudios se convencieron de las ventajas del medio televisivo y, poco tiempo después, tanto para producir programas de televisión como para colocar las películas que producían, consolidaron las relaciones. La televisión se convirtió en inspiración del cine y el cine también para la televisión. En apenas unos pocos años las dos industrias crearon fuerte vínculos y los estudios de cine se convirtieron en los principales suministradores de programación de ficción para la televisión, tanto series como películas (Cascajosa Virino, 2006).

En los sesenta, estas buenas relaciones se truncaron y se volvió a la confrontación. Esta vez fueron las causantes el excesivo aumento de los precios de las películas y el crecimiento de la producción propia por parte de las televisiones. La paz no se firmó hasta 1971, cuando las relaciones entre ambos oligopolios se comenzaron a regular por medio de la Prime Time Access Rule y la Financial Interest and Syndication Rule. A partir de ese momento, la sucesivas flexibilizaciones legislativas se continuaron produciendo y las facilidades para los grandes grupos fueron en aumento. En 1991 y en 1995, la Federal Communications Commision (FCC) decidió disminuir la presión legislativa sobre los grandes grupos hasta hacerla casi inexistente. Así, los históricos estudios de Hollywood, integrados ya en grupos transnacionales de medios, absorbieron a las televisiones y se convirtieron en lo que son actualmente.

Lecturas: ‘Estructura y gestión de empresas audiovisuales’, de Mercedes Medina

Hace bastante tiempo que leí y trabajo con ‘Estructura y gestión de empresas audiovisuales’ de Mercedes Medina Laverón, profesora de la Universidad de Navarra, donde es Directora del Departamento de Empresa Informativa y Directora del Máster de Gestión de Empresas de Comunicación.

En mi opinión, es un libro muy recomendable si estás interesado en conocer mejor cómo se ha producido el cambio en las empresas informativas en España. Está editado en 2005 y, como manual, es de gran utilidad para los estudiantes universitarios que deben formarse en el campo de la comunicación audiovisual y que necesitan saber cómo están estructurados los mercados televisivos.

El libro está dividida en dos partes claramente diferenciadas. La primera de ellas está dedicada a la estructura del mercado ofreciendo una visión más ‘macro’ del asunto. Es presentada tras una extensa introducción sobre los orígenes y el desarrollo histórico de este tipo de mercados. Quizá chirría la disposición de los capítulos, pero ofrece una visión general y sucinta sobre los países más importantes en Europa y también sobre Estados Unidos. Además, aunque de forma tímida, introduce ciertos aspectos sobre la estructura de mercado en Latinoamérica.

La segunda parte, sin embargo, está dedicada a la gestión de empresas televisivas y engloba ciertos aspectos que son muy interesantes a la hora de dirigir y coordinar personas y activos en el sector. Trata aspectos como la dirección de empresas, la organización, la valoración de necesidades económicas y resultados financieros, así como la siempre difícil valoración artística y comercial del producto audiovisual.

Como única crítica, resaltar que quizá ambas partes no están los suficientemente integradas y su valor es mayor si se analiza parte a parte que si se toman como conjunto. Por el contrario, es un libro claramente bien documentado que ofrece una visión desde el punto de vista empresarial de la actividad de gestión de las empresas informativas y que ha contribuido a aportar algo más de luz a un tema que, al menos para mí, me parece de vital interés no solo en el intento de conseguir un beneficio económico, sino también social y cultural.

La televisión hispana en Estados Unidos: el caso de Telefutura

Telefutura es la tercera cadena de televisión hispana en Estados Unidos. También es propiedad del Grupo Univision y fue lanzada en 2002.

Es propietaria y operadora de 18 estaciones de alta potencia y 14 de baja potencia, que constituyen la distribución principal de la cadena en Estados Unidos. Sin embargo, la cadena Telefutura también se distribuye a través de 23 emisoras afiliadas de señal abierta y 509 emisoras afiliadas de cable y satélite. Emite películas en horario de máxima audiencia, cuando Univision y Telemundo ofrecen telenovelas (GECA, 2006: 226). Siendo considerada la tercera cadena en habla hispana del país, a menudo pasa a ser la preferida del segmento joven de espectadores debido a su programación más desenfadada.

BIBLIOGRAFÍA

GECA (2006) El Anuario de la Televisión

La televisión hispana en Estados Unidos: Telemundo

Por detrás de Univisión se sitúa Telemundo, cadena propiedad de NBC Universal desde 2002. Emitió por primera vez en Puerto Rico en 1954, pero no fue hasta 1986 que se instauró como cadena nacional con estaciones locales en propiedad en el propio Puerto Rico, Miami o Nueva York, y afiliadas en Chicago y Connecticut. Competidora de Univision, de la que se encuentra a años luz en lo referido a audiencias, tiene una penetración mucho menor entre el público hispano, pero su perfil más juvenil hace que sea una cadena atractiva para los anunciantes (GECA, 2006: 226).

En 2007 poseía  emisoras en 140 mercados, con más de 50 estaciones y 700 afiliados de cable. Posee también mun2, cadena de cable orientada a los latinos angloparlantes y bilingües, y Telemundo Puerto Rico, que alcanza el 93% de hogares latinos. Facturó 101,7 millones de dólares en y, como Univision, Telemundo es controlada por intereses no latinos (Yúdice, 2009: 43).

BIBLIOGRAFÍA

GECA (2006) El Anuario de la Televisión

Yúdice, George (2009) Culturas emergentes en el mundo hispano de Estados Unidos. Fundación Alternativas. Documento de trabajo 01/2009

Goleada de Cuatro en noche de Champions

El partido de anoche se jugaba en La 1, pero fue Cuatro la cadena que metió varios goles ayer. Lo decía ayer en mi Twitter: se debía estar atento al share que Cuatro hiciera esa noche, pues su apuesta era bastante potente.

El primer tanto, en propia puerta, se lo marcó Buenafuente. Vino a decir que Alonso debería ir a LaSexta y no a Cuatro porque ellos habían pagado por el Mundial de Fórmula 1. Yo me pregunto: ¿habría pagado LaSexta si Alonso no llevara a la audiencia? ¿el contrato de Mediapro es con Alonso o con Formula One Management? Lo que consiguió el presentador estrella de LaSexta fue levantar más polémica o, lo que es lo mismo, publicidad gratuita a la que es su cadena rival. Metedura de pata perdonable —todo el mundo se equivoca y estoy seguro que Buenafuente es un gran tipo— que por Twitter corría que se las pelaba…

Por suerte para Cuatro, ‘El hormiguero’ superó los 2,5 millones de espectadores y obtuvo un 14,5 por ciento de cuota de pantalla. Recordar que su media se encuentra en torno al 8-10 por ciento y que es la segunda vez que consiguen datos similares en esta nueva temporada —el primero que lo consiguió fue Will Smith, en el estreno— . Han empezado fuertes, readaptando el formato a la situación actual.

Este era uno de los grandes problemas del programa. Cuesta mucho más que los formatos con los que compite en el access prime time y, en mi opinión, corría peligro de que se lo cargaran —al menos en su forma habitual— pues las cadenas competidoras —‘El Club del Chiste’ y ‘El intermedio’— estaban consiguiendo arañarle décimas de audiencia al final de la temporada pasada. Fernando Alonso hizo ayer otras de sus famosas salidas vestido de rojo, esta vez ‘rojo Cuatro’.

Sin embargo, la gran triunfadora —estreno del Barcelona en Champions League a un lado— fue la serie ‘Los Pilares de la Tierra’. Cuatro marcó unos índices de audiencias históricos para ella: superó los 5,1 millones de espectadores y consiguió un 31,1 por ciento de cuota de pantalla. Sin ser fútbol y en el clima de fragmentación reinante, el golazo fue por la escuadra.

La producción ha costado cerca de 40 millones de dólares y es un proyecto entre la productora de los hermanos Scott, la alemana Tandem Communications y la canadiense Muse Entertainment. Personalmente me esperaba otro tipo de serie, desde la ambientación al guión, pero todavía no sé si me gustó o me dejó de gustar. Habrá que darle otra oportunidad. De lo que sí estoy seguro es que por Tres Cantos deben estar dando palmas.

La televisión hispana en Estados Unidos: Univisión

Hace pocos días Gonzalo Martín comentaba que Univisión había conseguido el liderazgo semanal de audiencia en Estados Unidos en la franja de 18 a 49 años a finales de agosto. La verdad es que no sorprende porque las cadenas de habla hispana, de forma aislada pero significativa, están consiguiendo hacerse un hueco en el tablero económico del sector de la comunicación en Estados Unidos.

En estos últimos años dos hechos han puesto a estas cadenas en el punto de mira del resto de cadenas estadounidenses: el liderazgo de Univisión, la cadena más potente en el ámbito hispano, en el target de público joven en julio de 2005 —por encima incluso de las cadenas generalistas— y la superación en audiencias por parte de un informativo en habla hispana —en concreto, Noticias Univisión— a uno de habla inglesa de las cadenas contra las que compite en el Estado de Nueva York. La consecución del liderazgo semanal en agosto no es más que la punta del iceberg para un mercado, el hispano en Estados Unidos, en claro auge.

3.6 Audiencia de las cadenas hispanas en Estados Unidos del 20 de septiembre de 2004 al 26 de junio de 2005

Hogares hispanos Individuos hispanos
Cadena Rating Share Miles Miles
Prime Time Telemundo 5,4 9 590 945
Telefutura 3,3 5 360 622
Univision 18,6 30 2.028 3.564
Total día Telemundo 2,7 8 298 432
Telefutura 2 6 222 352
Univision 8,2 23 892

1.405

Fuente: Nielsen Media Research

Son tres las cadenas que sobresalen dentro de los medios de comunicación en español en Estados Unidos pero es Univision, el mayor conglomerado de este tipo del país, quien destaca entre todas ellas. Univision Communications Inc., nombre formal de la empresa, cuenta con cuatro grandes divisiones: televisión, radio, música e Internet. En lo referido a televisión, el conglomerado hispano incluye la propia cadena Univision, Telefutura y el canal por cable Galavisión. Además, posee el 50 por ciento de TuTV, empresa en joint venture creada junto a Televisa que distribuye los canales de televisión pagada en Estados Unidos.

La historia de Univision se remonta a 1961. Ese año, en San Antonio, Texas, se creó el primer canal en UHF de televisión en español de Estados Unidos. Tenía la finalidad de dar servicio a la comunidad hispana de la ciudad. Esta estación formaba parte de SIN (Spanish Independent Network) que, poco a poco, fue adquiriendo estaciones en ciudades con gran presencia latina. Por aquel entonces, se impedía a manos extranjeras poseer estaciones de televisión y, en 1986, SIN cambió su nombre por el de Univision como consecuencia directa de la obligación de vender la cadena que la Comisión Federal impuso a Televisa. En 1992, la propia Televisa, la mayor empresa productora de programación en español a nivel mundial, y Venevisión, también líder internacional de producción de televisión en español y principal cadena de televisión en Venezuela, se unieron para hacerse otra vez con Univision, aprovechando la relajación legislativa que la FCC comenzaba a llevar a cabo. No obstante, tal como anuncia su sitio Web, el 27 de junio de 2006, Univision fue vendida de nuevo a Broadcasting Media Partners[1]. La transacción se consumó el 29 de marzo de 2007, aunque Televisa y Venevision continúan siendo socios de programación de Univision.

3.7 Audiencias de Univision en 2006, 2007 y 2008

2006 (%) 2007 (%) 2008 (%)
Univision 2,5 2,5 2,4

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de EGEDA, 2007 y 2008/09

Actualmente, Univision es propietaria y operadora de 19 estaciones de alta potencia y siete de baja potencia, que constituyen la distribución principal de la cadena Univision en mercados claves. Además, su señal también se distribuye a través de 64 emisoras afiliadas de señal abierta y 1.357 emisoras afiliadas de cable y satélite en toda la nación. Sus índices de audiencia la posicionan como una de las cinco cadenas más importantes del país sin importar el idioma, por delante de The CW, a quien superó en 2007 y 2008 con 2,5 por ciento y 2,4 por ciento de la audiencia respectivamente. Pueden parecer datos ridículos, pero en un mercado televisivo como el estadounidense —en el cual cada décima de share supone una gran cantidad de dinero— son realmente importantes. Como bien se señala en el post de Martín, es cuestión de tiempo que Univisión consiga ser líder de audiencia en un periodo normal, no estival. Como intento señalar en el análisis, se trata de grupos de comunicación fuertes y consolidados en un mercado que no ha hecho más que despertar.


[1] http://www.univision.net/corp/es/history.jsp

Lecturas: ‘ La industria audiovisual en España: escenarios de un futuro digital’

Hace algunos meses que me enteré de la publicación de ‘La industria audiovisual en España. Escenarios de un futuro digital’. De hecho, creo que me bajé la versión en .pdf el mismo día o al día siguiente, no lo recuerdo bien. Se encuentra editada por la Academia de las Artes y de las Ciencias y la Escuela de Organización Industrial de Madrid. Además, es realizado bajo la dirección de Corporación Multimedia.

Tras echarle una ojeada en su momento, centrándome en aquello que era de interés prioritario, le he vuelto a dar uso estas últimas semanas: me parece una publicación oportuna y muy bien estructurada. Como bien dice Campo Vidal, pretende ser útil alumbrando el camino a académicos y profesionales del sector audiovisual.

En mi opinión, es la primera publicación que me encuentro que apunta de forma completa la vorágine de cambios en los que la televisión —y toda la industria audiovisual detrás— se encuentra envuelta. Como digo, toca diversos palos en diferentes capítulos: la destrucción de la cadena de valor tradicional, la configuración de una industria transmedia y cómo esto afecta —entre otros— a la producción y difusión de contenidos, la multitud de cambios legislativos producidos en el último año y medio —hablan de hiperactividad legislativa— o las grandes posibilidades que ofrece la investigación de audiencias de medios en el nuevo escenario digital.

Del mismo modo, aunque en mi opinión con alguna notable ausencia, ha recogido bastante bien el sentir de los profesionales del medio, realizando varias entrevistas y grupos de debate. La bibliografía y los recursos son, de nuevo, actuales y serias.

A mí me está sirviendo de mucho en mi propio trabajo de investigación. Sobre todo, en la forma de estructurar conceptos que, por novedosos y convergentes, no sabes bien cómo tratar.

La integración I

Según conceptos de empresa, las integraciones verticales y horizontales como también las multimedia, responden a estrategias de crecimiento de los diferentes grupos. Las razones por las cuales se deciden llevar a cabo pueden ser ofensivas, que responden a la iniciativa de la empresa y pretenden aprovechar una nueva línea de negocio; o defensivas, como respuesta a la acción de un competidor o competidores y tratando de evitar que estos últimos ocupen un mercado que no poseían o una posición de privilegio (Bajardí y Amigo, 2004: 252). Así, la decisión de tomar una estrategia u otra, depende de cada momento: de la situación financiera, de la competencia o del poder de mercado o licencias conseguidas (Bustamante, 1999: 90).

Por integración vertical se entiende aquella situación en la que una empresa controla varias fases del proceso. En el caso audiovisual, cuando se tiende al control de la producción, de la distribución y de la comercialización del producto audiovisual. La integración horizontal, en cambio, ‘implica la decisión de gestionar un tipo de negocio determinado, situado en una fase concreta del proceso comercial; en cierto modo, sus ventajas e inconvenientes son opuesta a los de la integración vertical, porque fomenta la especialización y permite generar sinergías y economías de escala, pero no proporciona el control simultáneo del aprovisionamiento y la distribución’ (Sánchez Tabernero, 2000). Por último, la integración multimedia trata de diversificar sistemática y consecuentemente en diversos sectores las líneas de negocio de la empresa.

BIBLIOGRAFÍA

Bajardí, Javier; Gómez Amigo, Santiago (2004) La gestión de la creatividad en televisión: el caso de Globomedia. Navarra: EUNSA

Bustamante, Enrique (1999) La televisión económica: financiación, estrategias y mercados. Barcelona: Gedisa

Sánchez Tabernero, Alfonso (2000) Dirección estratégica de empresas de comunicación. Madrid: Cátedra