#Angrybirds

Va uno caminando por un centro comercial de Madrid y se encuentra esto. Desconozco si ya lleva tiempo abierto o hay más tiendas como ésta, pero uno piensa… qué lejos llegó la broma aquella. Supongo que ni sus creadores pudieron llegar a pensar en lo que la franquicia de los pájaros enfadados significa hoy en día. Y, además, es una muestra más de cómo los negocios del mundo del entretenimiento y la información hibridan hasta convertirse en cafeterías o tiendas de sudaderas.

Tienda Angry Birds en Madrid

 

Nielsen Twitter TV Rating, and what else?

Estos días ha sido noticia el anuncio por parte de Nielsen y Twitter para crear una métrica que valore de una vez por todas la vinculación que existe entre la plataforma de microblogging y la televisión. En mi opinión, ya no se podía mirar para otro lado. Que lo haga Nielsen y que lo haga con Twitter no es baladí.

Es una gran noticia, no cabe duda. Y lo es porque una vez admitida que exista otra realidad, todo hace pensar que otras verdades sobre la medición de consumos televisivos, que vendrán, podrían ser mejor aceptadas. Cuando uno ve que el cambio no es para tanto, o sí pero que sólo es adaptarse, va perdiendo miedo. Porque, reconozcámoslo, lo que existe es mucho miedo. Ignorancia también pero, sobre todo, miedo.

Y es por eso por lo que el anuncio es bueno. Basta que ‘se esté haciendo en Estados Unidos’ o para que ‘empresas como éstas’ le den el espaldarazo –veremos qué métrica utilizan, ojo— para que el ganado lo vea con buenos ojos. Bien… tiremos por ahí. Ahora nos quedan nueve meses para saber qué será pero, por lo menos, ya sabemos que será y eso, a priori, es bueno. Muy bueno.

Además, el anuncio obliga a otros a ponerse las pilas. Nielsen no es la única empresa de medición ni Twitter lo único a medir en este nuevo entorno. Me encantará ver cómo cada uno va buscando su hueco, intentando ofrecer datos de otros aspectos como el consumo vía Web de las plataformas que las televisiones tienen —¿cómo, certificándose?— o del eco que generan más allá del televisor.

Tampoco hay que olvidar que, en otoño de 2013, esta nueva métrica estará disponible para el mercado estadounidense, no para el resto del mundo. Y, claro, nueve meses… es un mundo. Tal cual. Intento imaginar dónde estaremos o qué estaremos esperando cuando se intente hacer llegar esa métrica aquí y… ni idea de lo que pasará. Kantar y Tuitele tienen camino que recorrer y, como decía, hay muchas cosas que se pueden hacer: mejora del sentimiento, del análisis semántico, mapas de palabras, mejor conocimiento de los usuarios, etc.

Veremos qué pasa; pero los hashtags #analytics #tv, juntos, van a ser muy vistos y monitorizados, claro que sí.

Sobre redes sociales y sensatez

Acabo de encontrar una opinión que, al fin, me parece sensata. Es la de Manuel de Lorenzo y habla sobre la ya pasada polémica entre Jordi Évole, las eléctricas y esos que, en un alarde de incoherencia, querían defender la emisión del programa a capa y espada. Antes de que se me vaya la cabeza, aquí el enlace.

Creo que, a veces, lo de las redes sociales se nos va de las manos… Me encanta el uso que Jordi Évole hace de ellas a la hora de gestionar su programa. Es lo que se llama #socialTV y, bueno, es un referente y muchas de sus declaraciones han servido para consolidar el fenómeno, no me cabe duda. Ahora bien, como casi siempre, lo que no me gusta es el rebaño que lleva incorporado. Ese que no piensa y no pensará en su vida, pero está dispuesto a lo que sea por defender sus –*cambiantes*— ideas. Me cansa y lo detesto. Leer la petición en change.org que se creó para frenar la cancelación del programa me daba vergüenza ajena. Sobre todo sabiendo del poder de las redes sociales en y para usos, digamos, más convenientes. La cosa es que… recibió más de 100.000 firmas. Algo que, para mí, refleja mucho el nivel que hay. Ejem, ejem.

Salvados es un gran programa, no lo dudo, y Jordi Évole, un gran profesional. Pero el programa, que no me suelo perder, peca de poco objetivo un domingo sí y otro… también. Y veo que esa tendencia se va acentuando con cada emisión. Se necesita que alguien denuncie los atropellos que se han producido en los últimos años en España y también que se traten temas polémicos que pocos suelen tratar. Pero con objetividad. Si no, se convertirá en una caricatura y acabaremos perdiendo todos.

Veo cierta relación –puede que sea muy retorcido— entre ese populismo y la reacción de la gente que sigue el programa. Y no me gusta.

Javier Olivares como paradigma

Esta semana se dio a conocer que los hermanos Olivares no estarían al frente de los guiones de las segunda y tercera temporadas de la serie ‘Isabel’, que ellos mismos concibieron. En concreto, fueron varios los artículos que citaban palabras de Javier Olivares, que ejercía de jefe de guión.

Las desavenencias entre productora y guionista son, según la prensa, por no entenderse en «el método de trabajo». Lo que viene a decir y, con razón, que no estaban de acuerdo a la hora de elegir quién estaría al mando. Conociendo el mundillo y por los comentarios entrecomillados de las diversas entrevistas —aunque sólo es mi opinión— creo que Olivares pretendía ser productor ejecutivo de la serie. Y me parecía una reclamación muy justa.

Tuve la suerte de que Javier me concediera una entrevista para la realización de mi tesis doctoral y, sin duda alguna, era el tipo que más certero se mostraba a la hora de definir y concretar lo que un productor ejecutivo suponía en la producción de ficción: debía ser el máximo responsable creativo, organizativo y económico de la serie, convirtiendo su trabajo en sellos profesionales; dejando su marca personal en cada una de sus obras. Quería ser productor ejecutivo y, supongo, no le han dejado.

No es baladí que se vayan produciendo estos casos, estas luchas por el reconocimiento de la autoría ya que «normalmente, en España, la autoría de quien ha hecho la serie pasa desapercibida», según palabras. La evolución del propio sector, bastante consolidado aunque sufriendo —como todos– por la crisis económica y publicitaria, ya reclama este tipo de figuras: son más que necesarias.

Olivares, quizá junto a Ramón Campos de Bambú Producciones, son los máximos exponentes en España. Siempre en mi opinión, claro.

Me gustaría comprobar cuáles son sus próximos proyectos.

Informe Nielsen sobre #SocialMedia en 2012

Se acaba de publicar el informe de Nielsen sobre #SocialMedia en 2012. El enlace es éste. Y también lo podéis descargar en pdf.

Dos cosas me han llamado la atención. Por un lado, este tuit que, en mi opinión, lo dice todo:

Social Networking is all about Mobile. App usage now accounts for more than 1/3 of social networking time ow.ly/fM9pw

— Nielsen (@NielsenWire) diciembre 3, 2012

Un tercio del uso que se hace de las redes sociales viene vía mobile. Las cifras de aumento en el uso del móvil y de las apps para estos dispositivos ha sido bestial en el último año. De un año para otro, siempre según Nielsen, el usos de ‘social apps’ —entiendo que se refiere a redes sociales a través del móvil, de sus apps– se ha visto incrementado un 76 por cien.

Por el otro lado, el pequeño informe que Nielsen cuelga en Internet hace referencia al uso simultáneo que se hace de móviles y tabletas mientras se está viendo la tele: la tan manida #socialTV o televisión social. En Estados Unidos, el 41 por ciento de las personas encuestadas que tienen una tableta y el 38 por cien de las que tiene un smartphone suelen usar las redes sociales mientras que ven la televisión. Además, el estudio apunta algo que todos sabíamos: Twitter es la red social con mayor aplicación práctica en el mundo de la televisión y un tercio de los tuiteros suele hacerlo sobre programas de televisión.

En lo que se refiere a franjas demográficas, se diferencian dos grandes grupos demográficos: aquellos entre 18 y 34 años de edad, que suelen hablar sobre lo que les gusta y/o disgusta de las tramas de las series y programas de televisión; y aquellos entre 35 y 44 años que hablan de forma más generalizada sobre TV.

Además, como propina:

A la pregunta ‘¿Interactúas con las redes sociales mientras ves la televisión?’ el 63 por cien de las personas en África y Oriente Medio contestaron que sí. En Latinoamérica, el porcentaje que contestó afirmativamente fue del 52 por cien; en Asia-Pacífico, el 47 por cien; y, en Europa, donde nos parece que existe un boom, sólo el 38 por cien. Al menos, es curioso.

El mercado corre, Internet vuela

El asunto traerá cola. Y queda mucha tela que cortar. Hablo del conflicto entre medios y Google. En mi opinión, está claro: los medios tienen mucho que perder. La realizad es tozuda y harían mal en dejar de aprovechar las ventajas que el nuevo entorno trae consigo. Más que nada porque, si ellos no lo hacen, lo harán otros. Esto parece la historia de nunca acabar. Unos ven el tsunami y se preparan para ello; otros, lo intuyen y saben que algo pasa; otros, en cambio, siguen eligiendo bañador. Al tiempo.

Suena raro que una empresa implicada defienda el derecho a Internet, está claro. No seré yo el defensor a ultranza de Google. Pero, la idea sirve: hay mucho más en juego de lo que pueda parecer. Son los modelos de negocio, esos que Internet reventó en su momento. Ahora… sólo vivimos las consecuencias. Hay algunas buenas y otras malas. Pero, las ventajas que el nuevo entorno ofrece a los medios de comunicación y a los profesionales que lo habitan es inmenso. No sé por qué carajo no se aprovecha. O, bueno, sí  lo sé: da más rabia aún.

El tema de los snippets es lo de menos. Pequeñas anécdotas en un mundo cambiante. Me vuelvo a quedar con una frase de Rubén Gallardo: «El mercado corre, Internet vuela». Pues eso.