K-Pop en @noticias_cuatro

Mucho se habla de la necesaria internacionalización de los productos culturales españoles. Que lo español es bueno, pero que no sabemos venderlo. Que tenemos que ajustar la oferta a contenidos universales, entendibles en el resto del mundo. Que no es que sea algo coyuntural, sino que debe ser algo estructural. Zarandajas.

Mientras tanto, no miramos a quién deberíamos mirar. Los surcoreanos saben hacerlo: desde esta pequeña pieza en un noticiario hasta la estrategia de su Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo. Da igual que te guste el K-Pop o te gusten los K-Dramas, se trata de utilizar las redes sociales, donde están hablando de ti, para llevar a cabo políticas culturales estratégicas, que alimenten y permitan crecer a un sector. Se trata de Economía, Política y Cultura, de industrias culturales.

No es casualidad que en primavera del año pasado se haya inaugurado el Centro Cultural Coreano —donde, por cierto, estudio el idioma— en Madrid y que, poco a poco, su cultura se vaya colando en el informativo de una cadena nacional, aunque sea un minuto y medio. Alguien, en algún lugar de Seúl, debió dar órdenes para que se permitiera cierta estrategia, que permitiera ciertas tácticas de gestión y expansión cultural, que a su vez posibilitaron la promoción de una acción cultural concreta en un informativo nocturno, aunque sea de un viernes por la noche, y que yo, sin vinculación alguna a Corea del Sur, esté escribiendo este post.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=t8mHPeUhQRY[/youtube]

#iredes, mi modesta opinión sobre (algo de) lo tratado

Como ya dije por ahí, poder asistir a #iredes ha sido bastante grato. Hasta el último momento —el pasado domingo—, no pude saber si podría acudir o no y… vuelvo contento a Madrid. No quiere decir que todo fuera perfecto, hay cosas que se podrían mejorar —alguna ponencia mejor dirigida, algún ponente con más continente que contenido, ese maldito WiFi, etc.—, pero la nota final, no cabe duda, es de sobresaliente.

Internet está introduciendo cambios radicales en la manera de comunicar de las personas y de las organizaciones. Ha variado los anteriores esquema lineales y, en su lugar, ha establecido redes complejas en las que tú y yo, seres heterogéneos que “no pueden ser controlados”, interaccionamos –“conversamos”—. Las redes sociales están en el centro de todo ello. Pero, ¿es una moda? Yo creo que no. Quizás cierta burbuja, como la de los mismos idiotas que antes se dedicaban al ladrillo y ahora abren cuentas de Twitter pensando que seguirán ganando dinero fácil. Pero no, no es una moda: han venido para quedarse y hay que tenerlas muy en cuenta. A mí, personalmente, me interesaban, por encima de otras, dos ponencias: ‘De la tele al tuit’ y ‘Rentabilidad y monitorización de las redes sociales’. Soy bastante pragmático y, debo reconocer, iba a eso. Pero, por el camino, claro está, me he encontrado alguna grata sorpresa.

Vayamos por partes para poder dar una mejor visión de mis impresiones.

De la ponencia sobre ‘Las redes sociales y los medios de comunicación’ me quedo con las palabras de dos ponentes —sin menospreciar al resto—: Eduardo Arriagada y Carina Novarese.

Del primero, procedente de Chile, me llamó la atención, por verdadero, que dijera que “la participación es la nueva forma de entretenimiento: la gente participa porque le divierte hacerlo” y “a la gente hay que decirle cómo somos, pues, si no, no se entrega de forma completa”. Cuando digo que son verdades es porque… las vivo cada día. Por un lado, en mi sector, el de la televisión, veo un potencial enorme en esa participación de la gente y, como yo, otra mucha gente lo está viendo (algunos ejemplos, sin ánimo de ser exclusivista están aquí, aquí, aquí, aquí o aquí). Por el otro, en cuanto a la segunda frase, veo a mucha gente que por miedo o por vergüenza, por baja autoestima o por un estúpido sentido del ridículo, no se muestra o, lo que es peor, no se pone en valor: y esto va desde no valor su propio trabajo profesional hasta el hecho de rellenar la bio de Twitter. Cosas que, aunque puedo llegar a comprender, no justifico y mucho menos comparto. Ampliando otra de sus frases podría decir que si uno no está* en las redes sociales —*con todo lo que ello conlleva— y se dedica al sector de la televisión, no tiene ni idea.

En cuanto a las palabras de Carina Novarese, me quedo con su llamada a la sensatez. Según la periodista uruguaya, en el uso de las redes sociales debe primar el sentido común. En lo referido al uso empresarial, marcó una serie de pautas que me parecen interesantes:

—    Objetivos claros y sencillos

—    Todos debemos estar atentos a la conversación.

—    Actitud de constante beta.

De la ponencia ‘De la tele al tuit’ se pueden extraer consejos bastante valiosos para, sobre todo, no meter la pata. El tema fue sacado por el moderador, Carlos Salas, y se pueden resumir en más de lo mismo: sentido común y, sobre todo, “si bebes, no twitees”.

La charla me pareció especialmente interesante por las aportaciones de María Maícas , quien dijo, al contrario que otros ponentes, que la televisión está ganando audiencia gracias a las redes sociales. A mí entender, no descubrió América, es algo bastante obvio que el efecto segunda pantalla ya es algo normal, pero no lo pareció según el pensamiento de otros. Su intervención me alegró de forma especial, porque demuestra que en RTVE.es, ente público, no es que se estén haciendo las cosas bien —lo sé de buena tinta— sino que en aspectos como éste su papel está siendo notorio en el panorama español.

Además, el siempre incombustible Trecet –“si no es por las redes sociales, ya estaría jubilado”— habló de lo que ya comenté en otro post: la inoperancia de muchos gestores. Según el periodista de Marca, en estos momentos existen tres tipos de gestores: los aurigas, los que declaran que están a favor del cambio pero se dedican a proteger lo analógico —“están en puestos de poder, dicen que lo cambiarán todo y no cambian nada”—; personas que dicen las verdades en círculos reducidos sobre el cambio que se está produciendo, que se ponen a ello y que,  tarde o temprano, salen de esas organizaciones; y personas en organizaciones con poder “con experiencias en el móvil desde hace poco”.

En esta charla, también se trataron los casos de Salvados y La Noria, algo que me alegró especialmente puesto que ya los tenía preparados para las clases en el curso de experto en Gabinetes de Comunicación.

En cuanto a la charla sobre “Rentabilidad y monitorización de las redes sociales”, me quedo con las posibilidades de medición de todas esas conversaciones sobre televisión que se generan en las redes sociales. La charla estuvo bien moderada por Adrián Segovia, que se mostró bastante crítico y disconforme con el uso restrictivo de las redes sociales como herramienta de promoción de marca y que intentó hacer ver que se necesita cierta rentabilidad económica en el Social Media. En ese punto, estoy totalmente de acuerdo. Tal y como tuve oportunidad de explicarle luego, se necesita de una visión estratégica que vaya más allá: yo no veo el nuevo sistema como «sustituto» del
 modelo tradicional sino que, más bien, sigo creyendo en la
»centralidad» del televisor como ariete que abre puertas y en las cadenas como marcas de contenido.

No obstante, la integración del
 entorno digital, del buzz que generan los programas de televisión
—desde informativos a entretenimiento, pasando por deportes— en redes 
sociales y plataformas on, me parece interesantísima. Ya no en cuanto
 al desarrollo de sistemas de medición per se —que también y ya se está trabajando en ello–, sino a la 
cantidad de información que aporta a la hora de tomar decisiones de valor a cadenas y productoras a la hora de afrontar proyectos televisivos. Ahí hay mucho trabajo por hacer y, francamente, el nivel de los gestores de la televisión deja mucho que desear.

La medición de audiencias, con posibles modificaciones, seguirá
 vigente —lo tengo claro— pero sí que hay que integrar todas esas
 conversaciones que lo rodean. Ese es mi objetivo. Sé que ya se pueden
 medir, pero lo quiero hacer es que se mida de forma eficiente —en costes,
 pero también en inmediatez de respuesta– y que ofrezca un retorno, tanto económico como de posibilidad de decisión y de marca. En la charla se trató el 
tema marca, que es bueno y obvio, pero quiero saber más sobre el
 primero, teniendo en cuenta desde un primer momento de que esos
 retornos económicos van a ser menores que con anterioridad. En mi
 opinión, todo esto no está explotado de la forma que debería y… yo 
quiero estar ahí.

¿Sabes qué es el Hallyu?

La Ola Coreana —conocida como Hallyu (Hangul: 한류)— hace referencia a la creciente expansión y popularidad de la cultura de Corea del Sur por todo el mundo, gracias en parte a la generación net[1]. Como Junhao Hong señala, la ola oreana tuvo su punto de partida en el éxito del drama televisivo What Is Love All About? (MBC, 1992). Dicho drama fue emitido por la televisión nacional china –CCTV— en 1997 y, contra todo pronostico, resultó ser un gran e inesperado éxito (Hong, 2010: 324). No está de más decir que What is Love All About? Fue el primer drama coreano que se emitía en la televisión china. Hong Qingbo, editor de la revista Dangdai, recuerda cómo fue el recibimiento a la serie por parte de la audiencia china en 1997:

“The Korean TV series What is Love had been a huge success in China. The Chinese audience had mostly watched TV soaps from Europe, America, Hong Kong, and Taiwan. After What is Love, the Chinese audience fell for Korean dramas as if they had discovered a whole new world. In 1998, Chinese teenagers colored their hair after the Korean idol grupo H.O.T. In 1999, a shopping center selling Korean products opened in downtown Beijing. By 2003, Hyunday Motor Beijing was turning out cars and soon becoming as big as American and European brands in China”.

“Tenth Year of Hallyu”, Hankyoreh, 26 de Noviembre, 2007

Sin embargo, el término Hallyu no fue acuñado hasta 1999, cuando varios periodistas chinos, sorprendidos por el rápido auge de los productos culturales surcoreanos en su país, comenzaron a denominar de ese modo a la exitosa exportación de películas, dramas televisivos y música proveniente de Corea del Sur. Entre ellos, destaca A Wish Upon a Star (MBS, 1997) que, tras ser emitido en Hong Kong, convirtió en auténticas estrellas mediáticas a sus actores y, a la postre, permitió la entrada de grupos musicales coreanos en los mercados chinos, hongkoneses y taiwaneses.

Dicha exportación exitosa no se limitó a los mercados chinoparlantes sino que también comenzó a tener auge en otros grandes mercados asiáticos. Pero eso lo dejaré para otro día…


[1] Siguiendo a Ferreiro (Ferreiro, 2006), se entiende por generación net a aquella nacida bajo los albores de la revolución digital y que se caracteriza, entre otros aspectos, por el uso desmedido de la tecnología en un mundo cada vez más globalizado, poseyendo una asombrosa capacidad de adaptación en toda actividad que implica el empleo de las TICs y, en particular, del ordenador e Internet.

#MadridExcelente: ponencia de Marc Vidal

No sé si Marc Vidal es un buen economista —por cosas que leo en su blog, intuyo que sí–, lo que sí puedo percibir es que es un buen comunicador. Tengo pendiente leer su libro sobre —contra— la cultura del subsidio, pero no me resisto a colgar este vídeo de #MadridExcelente hoy. Tampoco tengo claro que todas las historias que cuenta sean ‘completamente’ ciertas, pero sí es verdad que me gusta su idea de fondo. Me reconozco cuando habla de su visión estratégica. Existen muchos sectores y muchas lógicas diferentes de actuar en ellos, pero todas, a un nivel macro, están cortadas por el mismo patrón. Investigar eso, y lo concreto en el sector audiovisual, es lo que me gusta. Cuando uno cambia de gafas con las que ver el mundo, se da cuenta de que todo está por hacer.

Aquí os dejo el vídeo y aquí el blog de Marc Vidal. No sé por qué WordPress no me deja insertar vídeos y fotografías últimamente: lo siento. Tendré que parar y mirarlo.

#teletwitter: Televisión y Twitter, condenados a entenderse

Twitter me sorprendió ayer con una agradable sorpresa. Estaba conectado cuando vi un tweet en el que decía que se estaba hablando sobre televisión y Social Media en  @laventana de @La_Ser. Enseguida me metí en su sitio Web y me puse a escucharlo.

La televisión y Twitter están condenados a entenderse. Los nuevos usos de consumo televisivo hacen que, cada vez más, los espectadores comenten lo que están viendo en televisión en redes sociales. Para ello, Twitter sobresale entre otras plataformas.

El programa estuvo muy bien, porque se tocaron y se derrumbaron todos esos prejuicios que la gente suele tener sobre las redes sociales: que si yo no tengo tiempo para eso (?), que si tú estás enganchado (?), que si a nadie le interesa lo que yo hago (?), que yo prefiero tener amigos en la vida real (?) y no estar aislado usando el móvil en todo momento (?)…

Como Gemma Nierga decía, “cada día son más los que ya no entienden ver el fútbol, ver las series o ver películas sin la compañía, aunque sea virtual de otros tuiteros”. Como señalaba Juan Francisco Delgado, “Twitter divierte y complementa muchísimo el visionado de la televisión con lo que aparece en el timeline. En Twitter, la ironía y el ingenio se multiplican por doquier”.

Y el fenómeno irá a más. No sé si el número de divorcios aumentará —“Estoy casada, a pesar de Twitter”, señaló Nùria Soriano—, pero puede asegurar que Twitter no aisla, sino que conecta. En el ámbito de la televisión, de los medios en un sentido más amplio, las posibilidades son infinitas.

Muchos programas, productoras y cadenas de televisión ya se han dado cuenta de las posibilidas e intentan aunar estrategias on line, en las diferentes redes sociales, con la estrategia de producción y antena que anteriormente desarrollaban. A día de hoy, en mi opinión, existe cierto miedo, fruto del desconocimiento, por parte de muchos responsables de productoras y televisiones. En un post anterior, hablaba de lo terrible que es no entender la situación actual. Pero también es verdad que muchos profesionales se han dado cuenta del fenómeno y están realizando una gran labor en lo que hoy llaman televisión social o televisión conectada que, en definitiva, no es más que televisión.

Aquí os dejo el enlace a la charla.

La irresponsabilidad de algunos gestores

En primer lugar, decir que no ví la Gala de los Goya. No sé si son prejuicios o no, pero ya me voy conociendo a los del cine… Lo siento.

Sin embargo, sí que ví algunas partes de la gala al día siguiente: el monólogo de Santiago Segura y el discurso de González Macho, entre otras. Tonto que es uno, se volvió a mosquear consigo mismo por perder un tiempo que podría haber dedicado a otra cosa. Y no lo digo por el monólogo de Segura.

Es lamentable la irresponsabilidad de algunos gestores –es extensible a otros muchos ámbitos, pero ahora me refiero a González Macho. Algunos, por tontos o por malos, no saben lo que cuesta que la gente cambie de parecer, aunque ese cambio sea para mejor. Como decía en un tweet hace unos minutos, es verdad que Internet no es el presente, es el pasado.

Antes –ya no sé ni siquiera si tampoco antes— se podría entender Internet como una ventana más. Ahora mismo, Internet supone una ventana de ventanas. La centralidad de Internet es evidente a mis ojos y a la de otros muchos que saben mucho más que yo, ¿es ineptitud la de los ‘jerifaltes’ de las empresas? ¿es maldad? Yo ya no sé…

En lo que se refiere al audiovisual, el nuevo marco digital supone una gran oportunidad a nivel de producción, de comercialización, de promoción, de internacionalización… y algunos idiotas no lo ven.

Me parece increíble. Siempre me he sentido interesado por las habilidades directivas, por la estrategia empresarial y por el liderazgo de algunos gestores. Son cosas así lo que me lleva a darme cuenta de lo vital que es. La diferencia entre una empresa u otra, de un proyecto u otro, son las personas, ¡qué importantes son! Para lo bueno y para lo malo. Y qué frágil puede ser todo: te puedes dejar los cuernos intentando convencer a la gente para que dé un pequeñito saltito, que es bueno, que es mejor de cara al futuro, y viene un irresponsable con barba y se lo carga en dos minutos. Vuelta a empezar y… otra oportunidad perdida.

Aquí el discurso de González Macho y aquí, por poner algo de sentido común, la respuesta de Álex de la Iglesia en @el_pais

 

Cuplé a las series de televisión – Chirigota del Love, Carnaval de Cádiz 2012

Huele a Carnaval de Cádiz. Y ese olor me encanta. Lo he vivido desde pequeño. Además, las chirigotas del Love, que lleva más de treinta años en el Carnaval de Cádiz, son de esas que uno no debe perderse…

Resulta que este año salen con ‘Los Puretas del Caribe’ y le dedican un cuplé a las series de televisión. Son unos cachondos: la chirigota va de los tios cuarentones que uno se suele encontrar a altas horas de la noche en las discotecas; uno de esos que, entre tanto joven, suelen desentonar. Además, casualidades de la vida, el segundo cuplé es en coreano, para que luego digan que en Cádiz no son internacionales… El vídeo está lleno de guiños al Carnaval, a la política y, en general, a los últimos ‘sucesos’ que se han dado en España. Siempre bañado con esa gracia tan andaluza, tan del Sur.

Recomiendo ver la chirigota completa, de 25 minutos, para que se entienda todo. Te sacará, al menos, un par de sonrisas.

Lo dicho, unos cracks.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=6Y7hhd1Ws3g[/youtube]

K-Pop y K-Drama, un éxito latente en España

Estoy preparando un artículo sobre la Ola Coreana, la expansión de la cultura de ese país durante los últimos años. Cuando más analizo su progresión, más me doy cuenta de que tenga éxito en España es cuestión de tiempo, de que una chispa encienda la mecha. Hay un público latente impresionante, tanto en España como en otros países hispanohablantes. Además, es 100 por cien un producto transmediático, que mezcla la industria de la televisión y de la música como ningún otro. Curioso producto cultural este, que ha multiplicado el turismo de su país en pocos años. Como digo, atentos al ‘Hallyu’.

Reflexiones a vuela pluma sobre el informe #SIE11

Ayer asistí a la presentación del libro ‘La Sociedad de la Información en España 2011’. Fue una presentación amena y rápida que, como anécdota, no se celebró en la calle Gran Vía sino que se llevó a cabo en el Distrito Telefónica, en el barrio de Las Tablas.

Primero hablo César Alierta, Presidente de Telefónica; más tarde habló Javier Nadal Ariño y, por último, como cierre del evento, el reciente ministro Soria ofreció, para mi gusto, un buen discurso sobre presente y futuro de la información en España, y de España –porqué no decirlo.

Javier Nadal, que llevó el peso de la presentación, se centró en destacar las diez principales conclusiones que se sacaron de la edición del libro de este año. Coinciden con los diez puntos del primer capítulo del libro –que, en total, tiene cuatro. Los enumero y, a continuación, comento los que me resultan más interesantes, aunque el hecho de seleccionar va a ser una tarea difícil:

  1. La banda ancha móvil dirige el crecimiento de la banda ancha en España
  2. Empieza la era post-PC
  3. Crece el comercio electrónico y se potencia la componente social
  4. Smartcities: un primer paso hacia la Internet de las cosas
  5. El 2011 ha marcado el paso al uso de una Internet más productiva en lo personal y en lo profesional
  6. De la posesión al acceso: las redes habilitan nuevas formas de uso de Internet
  7. Una nueva categoría de usuario: el comunicador digital permanente
  8. Los nuevos servicios de Internet nacen con nuevas brechas digitales
  9. Retraso en la salida a Bolsa de las grandes de Internet
  10. La concentración de mercado de las grandes empresas de Internet llama la atención de las autoridades

De este capítulo, que ha sido el único que por el momento he leído a fondo, destacaría, en primer lugar, que el futuro es móvil –menuda obviedad— y el consumo de ‘dicho futuro’ se hará en múltiples dispositivos. En el ámbito de la televisión, algunos ya se preparan: como ejemplo, antena3.com lanzó la nueva versión de su aplicación para Windows Phone 7.5 hace escasos días. Con un diseño mejorado, esta aplicación permite disfrutar de todos los contenidos y servicios de antena3.com en el móvil, de forma directa e incluyendo la emisión en directo, mejorando la experiencia de los usuarios. Es sólo un ejemplo pero mi experiencia en Corea me permitió ver que aquí hay mucho por recorrer. Y eso es bueno: está todo por hacer.

Además, destacaría el hecho de que las redes habilitan nuevas formas de uso de Internet y que se está formando una nueva categoría de usuario. Por un lado, el informe recuerda que el consumo de películas y series asciende a casi el 60 por cien del total del consumo on line de contenidos. Justo anoche, tras el partido de fútbol, me llamó la atención un comentario en Twitter de Eduardo Prádanos sobre la posibilidad de medir todo lo que Internet y el consumo televisivo en ella supone. Como digo, mucho recorrido por hacer.

En tercer lugar, y esto sí que me parece interesante puesto que mucha gente parece no verlo, la concentración de mercado de las grandes empresas de Internet será un grave problema en el futuro. Es verdad que la innovación, para existir, necesita de unos mecanismos de mercado que permitan recoger los frutos de un mayor atrevimiento. Pero el 89 por cien del tráfico generado por los tablets a nivel mundial es de Apple y más del 90 por cien de la publicidad on line basada en búsquedas es de Google. Me dirán, ¿por qué es malo? ¿no se lo han ganado? Sí, se lo han ganado y ahora deben tener su premio, pero, por simple inercia de mercado, será un problema en el futuro…

Aquí os dejo el enlace al informe, que se puede descargar en PDF.

PD: César Alierta que, como os decía, inauguró el acto me pareció un pésimo orador. Era la primera vez que acudía a un acto en el que él estuviera y… decepcionó. En cambio, me pasó todo lo contrario con Soria: su discurso fue brillante y su tono más que adecuado. Y sabe de lo que habla: tiene Web, blog, Twitter, etc. Digamos que está puesto, no como Alierta. El diablo está en los matices.