«La medición de la televisión social en España: concepto, evolución y posibilidades presentes y futuras»

El pasado día 11 acudí al III Congreso Internacional de Comunicación 3.0, en Salamanca. Presenté una comunicación sobre televisión social que llevaba por nombre «La medición de la televisión social en España: concepto, evolución y posibilidades presentes y futuras». A pesar de que la comunicación formará parte del libro del Congreso, adelante el .pdf que presenté.

El estudio de caso es muy, muy esquemático; con escasas conclusiones. La causa es la escasez de espacio. La investigación y trabajos sobre medición de audiencias en televisión que tengo entre manos son mucho más amplios y ya tendré ocasión de ir ampliando objetos de estudio, delimitación temporal, etc. Me interesaba tratar más otros aspectos, que están en el paper.

Aquí dejo el .pdf.

«Conectar TV y Web social», Deb Roy [ENG]

La relación que existe entre televisión y redes sociales, especialmente en Twitter, suele ser muy fácil de ver pero muy difícil de explicar sobre todo cuando, a quien se lo explicas, no es muy ducho en redes sociales. No todo el mundo tiene que serlo, claro está. No se trata de eso: sólo… que a veces es difícil.

Deb Roy es el presidente y fundador de Bluefin Labs, empresa de analítica que se encarga de analizar esa relación en el mercado estadounidense. Me costa que están teniendo bastante éxito y, como ejemplo, hace poco se levantaron 20 millones de dólares americanos —que se dice pronto…— de un grupo de inversores entre los que estaba Time Warner. No quiere decir nada, pero a la vez quiere decir mucho… Pero, vamos, la cuestión es que, en esta conferencia celebrada en París, explica bastante bien cómo Twitter y los programas de televisión se retroalimentan y cómo su empresa lo aprovecha.

Un pasito más para hacerlo más comprensible.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=zk3YNTXLrtI[/youtube]

Entrevista #TransSocialTV

El siempre incombustible Eduardo Prádanos me volvió a pedir contestar a unas cuantas preguntas sobre televisión, Twitter y medición de audiencias.

Tuve la suerte, hace unos meses, de que me tuiteara —eso de llamar por teléfono ya no se lleva— para que formara parte del profesorado de un curso que, junto a Elena Rodríguez, ha puesto en marcha: el Programa de Desarrollo Profesional de Experto en Televisión social, Transmedia y nuevas narrativas audiovisuales (de octubre de 2012 a enero de 2013). Yo, como no puede ser de otra forma, encantado.

Se trata de un curso del que, personalmente, me siento orgulloso de participar: como le dije a él, es un curso que, si yo fuera estudiante y/o profesional del mundo de la comunicación (y de la empresa) en el otoño-invierno de 2012, me gustaría hacer. El mundo de la televisión está viviendo unos cambios que, al contrario de lo que muchos piensan, no son problemas, sino oportunidades. Y las oportunidades hay que saber aprovecharlas. Estoy seguro de que este curso profesional ayudará para ver venir y aprovechar esos cambios. Y mucho.

Aquí os dejo un enlace a la entrevista. Además, todas las entrevistas al resto del profesorado —mucho más interesantes que la mía, seguro— están disponibles aquí. Y, por último, también se puede descargar el folleto aquí y seguir las noticias relacionadas con el curso en Twitter con el hashtag #TransSocialTV.

Lecturas: ‘La ficción audiovisual en España: relatos, tendencias y sinergias productivas’

* Reseña publicada en Telos 91.

La ficción audiovisual en España: relatos, tendencias y sinergias productivas

Miquel Francés i Domènec y Germán Llorca Abad, coords.

ISBN: 978-84-9784-695-0

El nuevo libro La ficción audiovisual en España: relatos, tendencias y sinergías productivas, coordinado por Miquel Francés y Germán Llorca, comprende un total de diecinueve capítulos, estructurados en seis bloques, todos ellos relacionados, de una forma o de otra, con la ficción audiovisual. Los trabajos ofrecidos por los diversos autores participantes son el resultado de las IV Jornadas de Contenidos para Televisión Digital (CONTD), celebradas el 19 y 20 de mayo del pasado año en la Universidad de Valencia, en las cuales expertos, profesionales y académicos debatieron sobre la ficción televisiva como macrogénero audiovisual que aspira a las máximas cotas de calidad y eficiencia, tanto artísticas como económicas.

Estructura

El primer gran bloque Historias, relatos y narrativas consta de dos capítulos en los cuales se trata la evolución que la narrativa ha sufrido en los últimos años y de las estrategia que actualmente siguen para llegar al espectador. Los conceptos de cultura popular 2.0, como la denomina Álvarez Berciano, y el enfoque transmedia de la producción, a cargo de Alberto González, están bien tratados en el libro, con enfoques densos y bien documentados.

El segundo gran bloque lleva por título Géneros y tendencias y consta de tres capítulos a cargo de tres autores diferentes. En ellos, por este orden, se hace un interesante repaso de la producción de ficción española en el periodo 2005-2011; se centra la atención en el auge de la hibridación de géneros en productos con clara vocación de servicio público de calidad en un intento de atraer a los espectadores; y se analiza la desigual e histórica competencia entre los productos de ficción norteamericanos, principalmente estadounidenses, y los españoles.

El tercer bloque, Historia, memoria e identidad cultural, se centra “en la descripción de relatos con base anecdóticamente ‘histórica’, tanto nacional como local”. El primero de los capítulos del bloque, escrito por Luis Veres, se centra en el estudio del auge de las series de ficción con tintes históricos, más o menos alejadas de la realidad, tras una época anterior en la que predominaba un interés por temáticas quizás más arriesgadas en la, hasta ese momento, considerada pequeña pantalla.

En el segundo capítulo, se trata el caso concreto de la serie L’Alqueria Blanca, en un intento de estudiar e investigar la ficción televisiva como productora de referentes en el contexto cultural valenciano. Para ello, se ofrecen los resultados de la captación de datos de casi un centenar de personas, que fueron expuestos a uno de los capítulos de la serie emitida por la televisión pública valenciana.

El tercer capítulo, también muy focalizado en el ámbito local, pretende dar a conocer las preferencias de los consumidores valencianos en cuanto a contenidos televisivos en la pantalla convencional y en Internet, con el objetivo de averiguar qué grado de independencia tienen en la elección de los contenidos frente a los dictados del propio mercado. En esta ocasión, el universo de la investigación, basada en entrevistas en profundidad, es de 700 personas de entre 16 y más de 55 años.

El cuarto gran bloque, denominado Ficción y representación audiovisual, consta de cinco capítulos, siendo el más extenso de todos los incluidos en el libro. En dicho apartado, se analizan series americanas como The X Files, Bones, Los Soprano o The Wire, desde diferentes puntos de vista y por diferentes motivos. En las dos primeras ficciones, no elegidas al azar por la autora, el interés se centra en el universo del personaje y, para su estudio, se analizan los episodios pilotos de ambas series. En el caso de Los Soprano y The Wire, sin embargo, lo que se busca es analizar la influencia de las obras de Martin Scorsese en temas como la familia o la violencia. Además, el bloque se completa con una siempre interesante genealogía de la narración cinematográfica, a cargo de Juan Miguel Company, y un bonito capítulo sobre la música y el tratamiento sonoro en la ficción televisiva estadounidense actual, realizado por Xavier Mas i Sempere.

Los bloques cinco y seis, Producción y difusión y Ficción para los nuevos medios, son los dos últimos y, por su interés creciente, así como por el trato que durante las Jornadas se ofreció, con gran presencia de profesionales y expertos no académicos, se detallan con mayor interés.

La producción de ficción en España y su necesaria internacionalización

La ficción, no cabe duda, es el género ideal para anclar una imagen de marca positiva en cualquier cadena de televisión hoy día. En los últimos años, la emisión anual de dichos productos ronda las 1.500 horas en el conjunto del audiovisual y, una vez que las bases del sector se asentaron en los años novena, el subsector de la producción audiovisual española, a pesar de las nuevas estrategias derivadas de la crisis económica, presenta un futuro esperanzador.

Tal y como indican Francés y Llorca, es esencial diseñar productos de largo recorrido, planteando proyectos alrededor de una marca de ficción: la serie televisiva es la raíz de un proyecto, pero también se debe desarrollar una estrategia desde el inicio para la explotación a medio y largo plazo de otros productos virales. Esto, como se señala en los capítulos del bloque, algunas productoras españolas saben hacerlo muy bien al destacar lo importante que es el hecho de enfocar la producción de series como eventos: se trata de generar expectación para fidelizar al público.

Además, existe un cambio de ciclo en las grandes productoras por el cual se tiene que comenzar a realizar una nueva ficción y desarrollar unas nuevas estrategias empresariales muy enfocadas a la internacionalización. Por un lado, se trata de producir contenidos con temáticas globales e intentar que cada vez haya más series españolas en el extranjero. Por el otro, existe la necesidad de adaptarse a las condiciones del mercado internacional puesto que, aunque se ha mejorado mucho, las formas de hacer españolas deben ir un paso más allá. En este sentido, existen productoras que están creando sus departamentos de ventas internacionales; que saben lo que quieren, vender sus productos, y acuden a hacerlo a los festivales de larga tradición internacional.

La ficción para los nuevos medios y para las nuevas mentes

La televisión se ha convertido en centro de convergencia tecnológica y su industria de contenidos sigue siendo el principal motor de desarrollo. En torno a ella se sitúan todos aquellos prometidos novedosos mercados. Como no podía ser de otra manera, el libro, tal y como se trató en las Jornadas, se interesa por la visión de la producción audiovisual en torno a la cuestión de la televisión en la Web, los contenidos para nichos de mercado determinados y el transmedia, así como qué tipo de relación existe entre la ficción y los nuevos medios.

Miquel Francés, ya en la introducción, señala a este respecto que las cadenas de televisión deben entender que se tienen que adaptar al nuevo entorno digital interactivo si quieren continuar conectando con el público joven y joven-adulto, que ha migrado hacia los nuevos dispositivos y ha adoptado nuevas fórmulas de consumo. Como ejemplo, la relación que en los últimos años se ha establecido entre el consumo de televisión, llámese convencional, y la presencia en redes sociales, como puede ser Twitter, debe ser muy tenida en cuenta por los responsables de las producciones de ficción televisiva puesto que éstas generan predisposición –o ausencia de ella— por los contenidos que se ofrezcan y bien pueden servir de termómetro a la hora de elaborar nuevas tramas, sorprender al espectador o, simplemente, buscar una mayor difusión y promoción del producto.

La creación de contenidos complementarios, sobre todo interactivos, basados en marcas audiovisuales es una nueva realidad que hace que la experiencia y el conocimiento que se pueda tener sobre la tradicional serie de televisión aumente. En el centro de este proceso se seguirá situando el mercado televisivo, lugar donde el diseño transmedia de las producciones adquirirá un gran valor.

No cabe duda que el libro coordinado por Francés y Llorca es un buen punto de encuentro no solo para estudiantes de comunicación, sino para todos aquellos implicados en la siempre difícil tarea de producir un proyecto de ficción televisiva en su sentido más amplio. Los planteamientos de los diferentes autores están centrados en cuestiones muy variadas, que abordan gran parte de las cuestiones relativas a la ficción audiovisual en nuestro país, pero que no por ello caen en la dispersión, algo es de agradecer a los responsables de la coordinación del volumen.

#socialTV: más allá de la Superbowl

El día 3 de abril se celebró el 2º Simposio sobre Social TV de la NBC Universal, en el Rockfeller Plaza. La verdad es que los vídeos que hay sobre ello no tienen desperdicio.

Entre ellos, destaco este: el de Deb Roy, a cargo de Bluefin. Habla sobre el caso de estudio de la Superbowl en lo referido a #socialTV. Pero no sólo de la Superbowl.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=4Ii6_m67auU&feature=player_embedded#![/youtube]

Lecturas: ‘Social TV: how marketers can reach and engage audiences by connecting television to the web, social media, and Mobile’

Existen pocos libros que me hayan gustado tanto en tan poco tiempo: Social TV: how marketers can reach and engage audiences by connecting television to the web, social media, and Mobile es una auténtica delicia. Por clarificador, por oportuno y por estar bastante bien escrito.

No es que en el libro se cuenten verdades no conocidas por los que se dedican al mundo de la televisión, pero sí es verdad que sintetiza, en algo menos de 300 páginas, todo un nuevo universo que ha surgido alrededor del televisor. Y sí, son Internet, las redes sociales y el concepto de movilidad —aquí incluyo el uso de tablets y smartphones.

Cada día se consume más televisión en el mundo. Es una obviedad. Pero este consumo ha cambiado. Personalmente, no concibo ver la televisión sin… hacer otra cosa. A veces, de manera estúpida, es algo que me preocupa, porque soy consciente de que “algo ha cambiado” y que no puedo estar quieto haciendo una sola actividad, pero siempre estoy con el ordenador o con el móvil mientras veo televisión: buscando información, charlando con amigos, riéndome con los tweets de la gente, etc. Simplemente, lejos de paranoias, la forma en que consumimos contenidos televisivos ha cambiado y, profesionalmente, hay que ponerse las pilas en ese sentido.

El libro consta de once capítulos y, sería injusto si destaco unos sobre otros, pues, en general, me han parecido de notable alto y sobresaliente todos y cada uno de ellos. Sin que sirva de precedente, me limitaré a enumerarlos. Que cada uno los descubra por sí mismo y decida cuál es mejor que otro. Son muchos conceptos, muchas ideas cruzadas, en las que es difícil elegir. Los capítulos son:

  1. The Backchannel
  2. Social TV Guides
  3. TV Check in Services
  4. The Second Screen
  5. Social TV Ratings
  6. Bridge Content
  7. Audience Addressability
  8. TV Everywhere
  9. Connected TVs
  10. Conclusion (for Now)
  11. To Be Continued…

Si bien el libro se centra única y exclusivamente en el caso norteamericano, las lecciones que de él se extraen bien pueden ser aplicadas a cualquier sistema televisivo. Ojo, y cuando digo cualquier sistema televisivo también incluyo al español, por mucho que algunos cafres siempre piensen que Spain is different para posteriormente cruzarse de brazos y no hacer nada.

Como dato curioso, el libro, al menos el electrónico, incluye un código QR que te da acceso a múltiples recursos tras cada capítulo y que están al nivel de los propios textos.

Actualización 1: Soy un poco tramposo, todos los capítulos tienen un gran nivel, pero, en función de mis gustos, recomiendo el capítulo 4, el 5, el 8 y el 9. Lo siento, no pude evitarlo.

#iredes, mi modesta opinión sobre (algo de) lo tratado

Como ya dije por ahí, poder asistir a #iredes ha sido bastante grato. Hasta el último momento —el pasado domingo—, no pude saber si podría acudir o no y… vuelvo contento a Madrid. No quiere decir que todo fuera perfecto, hay cosas que se podrían mejorar —alguna ponencia mejor dirigida, algún ponente con más continente que contenido, ese maldito WiFi, etc.—, pero la nota final, no cabe duda, es de sobresaliente.

Internet está introduciendo cambios radicales en la manera de comunicar de las personas y de las organizaciones. Ha variado los anteriores esquema lineales y, en su lugar, ha establecido redes complejas en las que tú y yo, seres heterogéneos que “no pueden ser controlados”, interaccionamos –“conversamos”—. Las redes sociales están en el centro de todo ello. Pero, ¿es una moda? Yo creo que no. Quizás cierta burbuja, como la de los mismos idiotas que antes se dedicaban al ladrillo y ahora abren cuentas de Twitter pensando que seguirán ganando dinero fácil. Pero no, no es una moda: han venido para quedarse y hay que tenerlas muy en cuenta. A mí, personalmente, me interesaban, por encima de otras, dos ponencias: ‘De la tele al tuit’ y ‘Rentabilidad y monitorización de las redes sociales’. Soy bastante pragmático y, debo reconocer, iba a eso. Pero, por el camino, claro está, me he encontrado alguna grata sorpresa.

Vayamos por partes para poder dar una mejor visión de mis impresiones.

De la ponencia sobre ‘Las redes sociales y los medios de comunicación’ me quedo con las palabras de dos ponentes —sin menospreciar al resto—: Eduardo Arriagada y Carina Novarese.

Del primero, procedente de Chile, me llamó la atención, por verdadero, que dijera que “la participación es la nueva forma de entretenimiento: la gente participa porque le divierte hacerlo” y “a la gente hay que decirle cómo somos, pues, si no, no se entrega de forma completa”. Cuando digo que son verdades es porque… las vivo cada día. Por un lado, en mi sector, el de la televisión, veo un potencial enorme en esa participación de la gente y, como yo, otra mucha gente lo está viendo (algunos ejemplos, sin ánimo de ser exclusivista están aquí, aquí, aquí, aquí o aquí). Por el otro, en cuanto a la segunda frase, veo a mucha gente que por miedo o por vergüenza, por baja autoestima o por un estúpido sentido del ridículo, no se muestra o, lo que es peor, no se pone en valor: y esto va desde no valor su propio trabajo profesional hasta el hecho de rellenar la bio de Twitter. Cosas que, aunque puedo llegar a comprender, no justifico y mucho menos comparto. Ampliando otra de sus frases podría decir que si uno no está* en las redes sociales —*con todo lo que ello conlleva— y se dedica al sector de la televisión, no tiene ni idea.

En cuanto a las palabras de Carina Novarese, me quedo con su llamada a la sensatez. Según la periodista uruguaya, en el uso de las redes sociales debe primar el sentido común. En lo referido al uso empresarial, marcó una serie de pautas que me parecen interesantes:

—    Objetivos claros y sencillos

—    Todos debemos estar atentos a la conversación.

—    Actitud de constante beta.

De la ponencia ‘De la tele al tuit’ se pueden extraer consejos bastante valiosos para, sobre todo, no meter la pata. El tema fue sacado por el moderador, Carlos Salas, y se pueden resumir en más de lo mismo: sentido común y, sobre todo, “si bebes, no twitees”.

La charla me pareció especialmente interesante por las aportaciones de María Maícas , quien dijo, al contrario que otros ponentes, que la televisión está ganando audiencia gracias a las redes sociales. A mí entender, no descubrió América, es algo bastante obvio que el efecto segunda pantalla ya es algo normal, pero no lo pareció según el pensamiento de otros. Su intervención me alegró de forma especial, porque demuestra que en RTVE.es, ente público, no es que se estén haciendo las cosas bien —lo sé de buena tinta— sino que en aspectos como éste su papel está siendo notorio en el panorama español.

Además, el siempre incombustible Trecet –“si no es por las redes sociales, ya estaría jubilado”— habló de lo que ya comenté en otro post: la inoperancia de muchos gestores. Según el periodista de Marca, en estos momentos existen tres tipos de gestores: los aurigas, los que declaran que están a favor del cambio pero se dedican a proteger lo analógico —“están en puestos de poder, dicen que lo cambiarán todo y no cambian nada”—; personas que dicen las verdades en círculos reducidos sobre el cambio que se está produciendo, que se ponen a ello y que,  tarde o temprano, salen de esas organizaciones; y personas en organizaciones con poder “con experiencias en el móvil desde hace poco”.

En esta charla, también se trataron los casos de Salvados y La Noria, algo que me alegró especialmente puesto que ya los tenía preparados para las clases en el curso de experto en Gabinetes de Comunicación.

En cuanto a la charla sobre “Rentabilidad y monitorización de las redes sociales”, me quedo con las posibilidades de medición de todas esas conversaciones sobre televisión que se generan en las redes sociales. La charla estuvo bien moderada por Adrián Segovia, que se mostró bastante crítico y disconforme con el uso restrictivo de las redes sociales como herramienta de promoción de marca y que intentó hacer ver que se necesita cierta rentabilidad económica en el Social Media. En ese punto, estoy totalmente de acuerdo. Tal y como tuve oportunidad de explicarle luego, se necesita de una visión estratégica que vaya más allá: yo no veo el nuevo sistema como «sustituto» del
 modelo tradicional sino que, más bien, sigo creyendo en la
»centralidad» del televisor como ariete que abre puertas y en las cadenas como marcas de contenido.

No obstante, la integración del
 entorno digital, del buzz que generan los programas de televisión
—desde informativos a entretenimiento, pasando por deportes— en redes 
sociales y plataformas on, me parece interesantísima. Ya no en cuanto
 al desarrollo de sistemas de medición per se —que también y ya se está trabajando en ello–, sino a la 
cantidad de información que aporta a la hora de tomar decisiones de valor a cadenas y productoras a la hora de afrontar proyectos televisivos. Ahí hay mucho trabajo por hacer y, francamente, el nivel de los gestores de la televisión deja mucho que desear.

La medición de audiencias, con posibles modificaciones, seguirá
 vigente —lo tengo claro— pero sí que hay que integrar todas esas
 conversaciones que lo rodean. Ese es mi objetivo. Sé que ya se pueden
 medir, pero lo quiero hacer es que se mida de forma eficiente —en costes,
 pero también en inmediatez de respuesta– y que ofrezca un retorno, tanto económico como de posibilidad de decisión y de marca. En la charla se trató el 
tema marca, que es bueno y obvio, pero quiero saber más sobre el
 primero, teniendo en cuenta desde un primer momento de que esos
 retornos económicos van a ser menores que con anterioridad. En mi
 opinión, todo esto no está explotado de la forma que debería y… yo 
quiero estar ahí.