Twitter, ¿ágora?

No sé qué concepto tenía del Ágora, pero, cuando escuché a Dick Costolo hablar de Twitter como ágora de la sociedad, me dije: a éste se le ha pirado… Pero, más tarde, presté especial atención al vídeo y a lo que Costolo decía, además de buscar una mejor definición de ágora. La idea ya no me choca tanto.

ágora.

(Delgr. ἀγορά).

1. f. En las ciudades griegas, plaza pública.

2. f. Asamblea celebrada en ella.

3. f. Lugar de reunión o discusión.

Antes era muy escuchado que Twitter era como una barra de bar y estaba de acuerdo. Pero, claro, las estructuras y el uso que se hace de ellas va madurando —veremos si como los buenos vinos— y es ahora de avanzar en nuevos desarrollos. Costolo habla de algunas aplicaciones. Cosas que antes eran imposibles, ya lo son. Y tecnologías como ésta, surgidas del hacer, hacen que las excusas se tambaleen. Es paradójico. Estoy convencido de que, ya no sé si gracias a Twitter —es una empresa privada— pero sí gracias a tecnologías que se aprovechan del cambio de hábitos de las personas que las usan, surgirán aplicaciones prácticas que lo cambiarán todo: sistemas de control del tráfico, gestión de asistencia sanitaria o emergencias, etc. Por no hablar de proyectos que se basarán en la propia plataforma para sacar réditos. Nada nuevo bajo el Sol, pero no me deja de llamar la atención.

Aquí os dejo el vídeo, al que llegué gracias a un comentario y post de @jlori. Os recomiendo, si tenéis tiempo, el vídeo completo. Más o menos, es una hora.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=9MFWtj0AMSI[/youtube]

Lo que Twitter trae consigo

Hoy quiero hablar de dos noticias. Quizá a algunos les parezca una tontería, pero en mi me parecen de gran importancia en el entorno de la comunicación.

Por un lado,  la noticia de la denuncia de Telecinco a Pablo Herreros, experto en el mundo de la comunicación. Por el otro, la de Lord Alistair McAlpine, ex asesor de Margaret Thatcher, quien quiere darle una lección a quienes difundieron en la red social los falsos rumores que le acusaban de abuso a menores, incluidos aquellos que retuitearon noticias o comentarios sobre el asunto.

[pullquote]Los dos casos muestran cómo han cambiado las reglas del juego.[/pullquote]

Ambas, por raro que parezca, están muy ligadas: muestran cómo han cambiado las reglas del juego. Y las dos están vinculadas, además, por la responsabilidad. La que tanto empresas como personas deben asumir.

Telecinco, pegándose un tiro en el pie en mi opinión, ha denunciado por amenazas y coacciones a un tipo de la calle, no vinculado a ningún otro grupo y con nada en contra de Telecinco salvo aquella acción concreta.

En su momento, alguien podría pensar que estaban desarrollando una estrategia de comunicación cuando intentaban negar las consecuencias que la acción de Pablo —la de las personas que se sumaron a su iniciativa y la de las marcas que retiraron su publicidad—. Nada de eso. Simplemente, es que no lo veían. No veían el cambio. Es algo que… me llama poderosísimamente la atención.

Pablo sólo puso nombre y soporte a lo que mucha gente sentía por aquel momento: algo que a todas luces es justo. Y lo hizo a través de mecanismos sociales que están ahí, al alcance de todos. Y que traen consecuencias para aquellos que no lo quieran ver: porque, a estas alturas del partido, es que no las quieren ver. No me creo que dentro de la propia Telecinco no haya gente que no sepa elaborar estrategias en el entorno social, que es bidireccional.

A estas alturas, pienso que lo han hecho sólo para meter miedo al pobre hombre. Si no, es de juzgado de guardia. No ven que las reglas de juego de su propio mercado han cambiado y, además, se olvidan de uno de los dos públicos al que toda cadena de televisión se dirije. En este punto, Enrique Dans lo dice mejor que yo:

Perdón por decir obviedades, pero… los espectadores no somos clientes de las cadenas de televisión. Los espectadores somos simples pares de ojos que constituyen la materia prima que las cadenas comercializan a sus anunciantes. Por tanto, lo lógico es que las protestas se estructuren ante aquellos con los que puedes ejercer algún tipo de presión, en este caso las empresas de las que eres cliente, cuyos productos consumes. Eres completamente libre, por mucho que proteste y se querelle Telecinco, de consumir lo que te dé la gana, o de dejar de consumir en función de cualquier criterio que se te pase por la imaginación, válido o no. Es perfectamente lícito y democrático convocar a otros consumidores a que no consuman por las razones que quieras. Y si un juez va y dice que eso constituye de alguna manera un delito, se equivocará y tendrá que ser rectificado por instancias superiores. Tal posibilidad es sencillamente impensable.

Además, está el asunto de lo que hasta ahora no se medía y, por supuesto, ya no se puede dejar de obviar. De nuevo, frase de Enrique Dans:

En su miopía, las cadenas de televisión se han acostumbrado a gestionarse según métricas incompletas, características del mundo unidireccional del siglo pasado: mientras el muestreo de los audímetros siga diciendo que el contenido funcionó y fueron líderes en una franja determinada, todo vale.

[pullquote]Bendita [o maldita, para algunos] bidireccionalidad.[/pullquote]

En cuanto a la segunda noticia, seguramente el tal Alistair McAlpine tenga razón. Como el tipo tenga tiempo libre —ojo, que está jubilado…— y algo de dinero, perfectamente podría ganar el juicio. Por muy estrambótico y friki que nos parezca, hay mucho que legislar en estos nuevos entornos. El daño causado al tipo en el caso de que no sea verdad lo que se difunde –como creo que se ha demostrado—, puede ser muy grande. Y tienen que existir mecanismos de defensa.

Mucha gente no se da cuenta de que Twitter es un medio en el que [casi] todo lo que se expresa es pura comunicación pública, con todo lo que ello conlleva: da voz a quien antes no la tenía, pero a la vez esa posibilidad debe ser ejercida con responsabilidad. Queda mucho por lidiar aquí, muchísimo. Habrá gente que lo aprovechará y otra que no. Además, los márgenes para hacer trampa, pueden —de hecho, está sucediendo— se hacen más pequeños.

Bendita [o maldita, para algunos] bidireccionalidad. Y que a estas alturas estemos hablando de esto…

Now Can It Offer New TV Rating?

Gracias a un tuit de David Ghirardello llego a este vídeo, que a su vez lo enlaza de la Web de AdAge —Twitter Has Become the New TV Guide — Now Can It Offer New TV Rating?. Se trata de Fred Graver, responsable de TV en Twitter.

El vídeo es del mes pasado, octubre, de la Ad Age Social Engagement/Social TV Conference.

Intenta responder a la pregunta sobre si Twitter puede ofrecer nuevas métricas vinculadas al mundo de la televisión. Lo de que Twitter y TV «te hagan la vida mejor» está por ver, pero que hay tela que cortar es bastante obvio.

También está chulo, por si os interesa, el blog del amigo: http://www.fredgraver.com/ [Algo abandonado, pero todavía interesante].

Twitter, televisión y estrategia

[pullquote]¿Qué no estará viendo Twitter en su relación con la televisión?[/pullquote]

El otro día intercambia impresiones sobre medición de audiencias y posibilidades de los agentes del medio televisivo con Twitter. Al día siguiente, Chloe Sladden anunciaba:

Aquí se puede ver el perfil en LinkedIn de Grossman. Su misión será acercar posturas y manejar los hilos entre bastidores, supongo, para una relación mucho más efectiva entre… piratas y corsarios. A ver qué sale.

[Manda coj**** que Chloe Sladden se equivocara al tuitearlo y enlazara mal a la cuenta de Ben Grossman]

Entrevista #TransSocialTV

El siempre incombustible Eduardo Prádanos me volvió a pedir contestar a unas cuantas preguntas sobre televisión, Twitter y medición de audiencias.

Tuve la suerte, hace unos meses, de que me tuiteara —eso de llamar por teléfono ya no se lleva— para que formara parte del profesorado de un curso que, junto a Elena Rodríguez, ha puesto en marcha: el Programa de Desarrollo Profesional de Experto en Televisión social, Transmedia y nuevas narrativas audiovisuales (de octubre de 2012 a enero de 2013). Yo, como no puede ser de otra forma, encantado.

Se trata de un curso del que, personalmente, me siento orgulloso de participar: como le dije a él, es un curso que, si yo fuera estudiante y/o profesional del mundo de la comunicación (y de la empresa) en el otoño-invierno de 2012, me gustaría hacer. El mundo de la televisión está viviendo unos cambios que, al contrario de lo que muchos piensan, no son problemas, sino oportunidades. Y las oportunidades hay que saber aprovecharlas. Estoy seguro de que este curso profesional ayudará para ver venir y aprovechar esos cambios. Y mucho.

Aquí os dejo un enlace a la entrevista. Además, todas las entrevistas al resto del profesorado —mucho más interesantes que la mía, seguro— están disponibles aquí. Y, por último, también se puede descargar el folleto aquí y seguir las noticias relacionadas con el curso en Twitter con el hashtag #TransSocialTV.

#teletwitter: Televisión y Twitter, condenados a entenderse

Twitter me sorprendió ayer con una agradable sorpresa. Estaba conectado cuando vi un tweet en el que decía que se estaba hablando sobre televisión y Social Media en  @laventana de @La_Ser. Enseguida me metí en su sitio Web y me puse a escucharlo.

La televisión y Twitter están condenados a entenderse. Los nuevos usos de consumo televisivo hacen que, cada vez más, los espectadores comenten lo que están viendo en televisión en redes sociales. Para ello, Twitter sobresale entre otras plataformas.

El programa estuvo muy bien, porque se tocaron y se derrumbaron todos esos prejuicios que la gente suele tener sobre las redes sociales: que si yo no tengo tiempo para eso (?), que si tú estás enganchado (?), que si a nadie le interesa lo que yo hago (?), que yo prefiero tener amigos en la vida real (?) y no estar aislado usando el móvil en todo momento (?)…

Como Gemma Nierga decía, “cada día son más los que ya no entienden ver el fútbol, ver las series o ver películas sin la compañía, aunque sea virtual de otros tuiteros”. Como señalaba Juan Francisco Delgado, “Twitter divierte y complementa muchísimo el visionado de la televisión con lo que aparece en el timeline. En Twitter, la ironía y el ingenio se multiplican por doquier”.

Y el fenómeno irá a más. No sé si el número de divorcios aumentará —“Estoy casada, a pesar de Twitter”, señaló Nùria Soriano—, pero puede asegurar que Twitter no aisla, sino que conecta. En el ámbito de la televisión, de los medios en un sentido más amplio, las posibilidades son infinitas.

Muchos programas, productoras y cadenas de televisión ya se han dado cuenta de las posibilidas e intentan aunar estrategias on line, en las diferentes redes sociales, con la estrategia de producción y antena que anteriormente desarrollaban. A día de hoy, en mi opinión, existe cierto miedo, fruto del desconocimiento, por parte de muchos responsables de productoras y televisiones. En un post anterior, hablaba de lo terrible que es no entender la situación actual. Pero también es verdad que muchos profesionales se han dado cuenta del fenómeno y están realizando una gran labor en lo que hoy llaman televisión social o televisión conectada que, en definitiva, no es más que televisión.

Aquí os dejo el enlace a la charla.